El arte es una ventana mágica que nos permite mirar lo que nos rodea. Promueve la capacidad creativa y ayuda en el proceso del desarrollo de la autoestima, la motivación y la disciplina. Diego Parra Duque, investigador y consultor en temas de creatividad dice: ‘Todos tenemos una forma de hacerlo: algunos utilizan la música, otros la danza, el movimiento, otros las artes plásticas, la pintura y otros las palabras.”
Los niños tienen mayor necesidad de comunicar sus emociones y vivencias. Lo pueden hacer a través del juego y las expresiones artísticas. Al niño le interesa vivenciar el placer de expresarse. Lo importante para ellos, no es el fin, sino el medio de expresión a través del arte.
La mayoría de los alumnos están habituados a las asignaturas predominantemente informativas y estimulan más el hemisferio izquierdo del cerebro, por el contrario, el arte, es una disciplina formativa, desarrolla la autoestima, la creatividad y posibilita desarrollar su vida emotiva y emociones a través del hemisferio derecho. Este es el encargado de esa parte creativa, en consecuencia, estimulando ambas áreas del cerebro, estaremos favoreciendo el desarrollo cerebral e integral. Tanto las artes, como la infancia, utilizan dos recursos fundamentales para expresarse, que son la emoción y los diferentes lenguajes comunicativos. Son otras formas de entrar en contacto con el mundo que lo rodea ‘constituyen los cien lenguajes de la infancia.”
El dibujo, es una de las primeras experiencias creativas que tienen los niños. Cuando ellos trazan líneas sobre el papel y luego observan su dibujo, saben que tienen el poder de producir estas líneas o manchas de color. Los niños crean e inventan por placer de hacerlo, no por ver el resultado final. Es importante, que comprendan que tienen la capacidad interna de crear y, que esta cualidad les ofrece un potencial ilimitado para inspirarse y jugar. Ellos deben intuyen que no necesitan que se les enseñe todo, sino que la creatividad es un lugar sin límite. Crean y exploran sin miedo a fallar. La creatividad viene de un lugar de ellos mismos.

Las primeras expresiones artísticas son los garabatos. Allí expresan su desarrollo grafo-motor, son una de las actividades más importantes para el desarrollo intelectual, pues implica, una evolución del pensamiento. Los garabatos, en muchos casos, los sicólogos los utilizan para evaluar el estado síquico y el bienestar emocional del chico. El uso de plastilina por ejemplo, produce en ellos reacciones internas, y les permite descargar emocionalmente y, expresarse con libertad. Los niños son por naturaleza artistas, poetas, músicos. La creación artística abre la vía para el aprendizaje de todo tipo de conocimientos y habilidades. La educación artística desde nivel inicial favorece la educación emocional. Se llega a exponerlas tanto en forma individual o grupal identificarlas y manejarlas de una manera consciente aumentando así, la inteligencia emocional que ayudará a reafirmar la personalidad del alumno. Lo convierte en un ser autónomo que se verá reflejado en todas sus actividades diarias y repercutirá a su vez, a una sociedad que no sólo exige sino que necesita de integrantes más humanos.
Ahora, que pronto comienza el ciclo lectivo una de las inquietudes y preocupaciones dentro de la labor docente será el bienestar emocional .El conocimiento de las disciplinas artísticas unidas a otras áreas o articuladas será beneficiosa para la expresión de sus pensamientos, sueños, inquietudes que ellos tengan. Cabe destacar que en muchos casos y en determinadas áreas la rigidez, seriedad y la poca relación entre maestro y alumno, van deteriorando paulatinamente la expresión espontánea y sincera en el estudiante hasta casi desaparecer.
Ojalá todas las escuelas tengan un espacio curricular destinado al arte que hoy no lo tienen en su totalidad. También significaría su inclusión, darle el valor fundamental para el incremento del bienestar social, promoviendo el desarrollo de personas vitales, felices y motivadas. ‘El arte es luz que enciende la infancia.’