Fachada del Colegio Fray Mamerto Esquiú en 1932, uno de los edificios emblemáticos de esa época.

Con una población que comenzaba a superar los 200 mil habitantes, la apertura de 3.500 km de caminos habilitados y una red ferroviaria todavía pequeña, de unos 570 km, el crecimiento de la provincia San Juan no parecía detenerse mientras avanzaba la década de los años 30, sobre todo por la producción de uva, con importantes establecimientos vitivinícolas, y la explotación de otros productos agrícolas, así como una incipiente minería y, en menor volumen, las elogiadas industrias caseras. Las zonas de lo que hoy denominamos el Gran San Juan mostraban un gran impulso, especialmente Desamparados, Concepción, Trinidad, que se incorporarían formalmente al ejido capitalino en 1942 al producirse el ensanche de la Ciudad.

Con rasgos coloniales, sobre todo, la estética general de la Ciudad recordaba pequeños pueblos europeos por los estilos arquitectónicos elegidos para la construcción de majestuosos edificios como los de Casa España, Club Social, Grand Hotel, City Hotel, Palacio Municipal, Cine Teatro Estornell, Clínica San Juan, Hospital Rawson y edificio Del Bono, todos alrededor de la plaza "25 de Mayo". A ellos, se sumaban verdaderas joyas, como la iglesia Catedral, la Casa de Gobierno, el teatro Cervantes y varias casas particulares. Paralelamente, la mayor cantidad de construcciones eran viejas casonas de caña y adobe, con sus bajas y amplias ventanas de pesadas rejas. A su vez, destacaba notablemente la vida social y cultural, a la que se sumaban dos emisoras de radio, LV5 Radio Los Andes y LV1 Radio Colón, nacidas en 1925 y 1930, y 78 periódicos y revistas con irregular permanencia. Mientras tanto, varias instituciones cultivaban un movimiento tan incesante, que llamaba la atención de quienes nos visitaban. Entre ellas Amigos de San Juan, Asociación Maestros Sarmiento, Círculo de Periodistas, Sociedad Cultural y Biblioteca Franklin, Rotary Club, Asociación de Maestros Católicos, ex-alumnos de la escuela Sarmiento y las sociedades creadas por los inmigrantes, como la española, italiana y libanesa. A ellos se sumaban los teatros y cines que traían a San Juan los últimos estrenos nacionales e internacionales.

Juan Carlos Bataller en "San Juan al Mundo" del 28 de octubre de 2000, publica la entrevista que realizó al Dr. Silvio Serafino Baistrocchi Bianchi, intendente de la Capital entre 1934 y 1938, publicada en "El Nuevo Diario" en 1995, la única nota que se conoce a este reconocido médico de la primera mitad del siglo XX, y que falleció en 1998 a los 99 años. Sin militancia política, Baistrocchi fue convocado por el entonces gobernador Juan Maurín primero para ser concejal y luego para gobernar la Capital,y su prolífica gestión llegó a ser clave para aquel momento de progreso de San Juan. Logró nada menos que la primera pavimentación de las principales calles de la Ciudad, unas 504 cuadras, modernizó el Matadero y creo el departamento de Bromatología municipal.

Entrando a la obra que lo inmortaliza como intendente, la primera pavimentación, Baistrocchi recordó que fue gracias al apoyo recibido del presidente Agustín P. Justo durante su visita a San Juan, en 1934. Silvio comentó que el gobernador Maurín lo interesó a Justo para que la Nación financiara el pavimento, este accedió y pronto comenzaron las obras, que estuvieron a cargo de la "Red Caminera Argentina", propiedad de Arturo Fernández Barrios. Esta empresa instaló en Chimbas una planta de hormigonado y realizó un trabajo, muy eficiente".

Aquel Silvio Baistrocchi era abuelo del actual intendente Emilio Baistrocchi, que gobernará la Capital hasta diciembre de 2023, casi un siglo después.

 

Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista