Hoy todo el sistema bursátil argentino se encuentra ante el gran problema de presentar propuestas que sirvan al propósito de cómo instrumentar la Ley sobre Mercado de Capitales. Las fumatas que seguimos observamos son negras. ¿Por que? Una sórdida lucha se entabló entre los diferentes actores que conforman el sistema bursátil, por un lado los grandes jugadores, luego lo que siempre estuvieron excluidos (los mercados regionales) y que tratan de tener una participación acordes con la potencialidad que tienen. Y finalmente como árbitro de esta confrontación de ideas e intereses tratando de llegar al justo fallo la Comisión Nacional de Valores (CNV).
En Buenos Aires, los diferentes actores pujan por ventajas y posicionamiento, pero dentro de ellos las diferencias son en algunos casos irreductibles ya que están disputando lugares de poder, en síntesis dirimen quien participa más de la torta económica.
Por otro lado hay actores de mucho peso en el interior que con justa razón quieren una participación más equitativa del reparto.
Por último están los pequeños mercados del Interior cuya potencialidad es la mayor de todo el conjunto conformado por los grandes, y son prácticamente meros espectadores, por su desconocimiento del mercado y su casi nulo peso dentro del actual sistema. Pero que sí tienen conciencia del rumbo que debe seguirse. Pero con una muy débil voz. (Entiéndase poder económico).
Ahora bien cual es la alternativa de fuego que debe afrontar la CNV, en mi opinión debe cortar el nudo gordiano que por muchos años y dinero anudaron los poderosos.
Desde Buenos Aires sistemáticamente se pretendió y pretende atribuir el deterioro del Mercado Bursátil a las políticas erráticas de los diferentes gobiernos que se suceden en el país desde hace 50 años.
Si bien es cierto que todo mercado de capitales quiere reglas claras, permanentes y políticas coherentes, que dan seguridad y tranquilidad al inversor. Pero ello no fue óbice para que se siguiera dando aval a los diferentes escenarios económicos que se fueron presentando.
Pero también es cierto que desde la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) nada se hizo en favor de ampliar el mercado, su atención se circunscribió al mercado de 25 de Mayo y Sarmiento. Los mercados regionales demás esta decir que nunca estuvieron en su agenda. Prueba de ello es el éxodo de empresas radicadas en el interior que abandonaron la BCBA. Es elocuente el interior no interesó.
Esta posición como era lógico de prever obligo a la CNV a intervenir, ya que la presión de todos los actores extra muros de Buenos Aires así lo requerían, es decir el simple sentido común nos indicaba que el sistema estaba ante su fin, que solo la ceguera de Buenos Aires no percibía.
Sin embargo, ahí en todo el interior esta el empresariado nacional, ahí están las materias primas que motorizan la economía, ahí están las industrias que transforman esas producciones en bienes elaborados, ahí esta el futuro.
Hoy la CNV esta ante la difícil posición de cortar el nudo gordiano que tiene inmovilizado a todo el sistema bursátil. Las voces más fuertes son la de los mas fuertes, y las que más se oyen, pero ello no significa que quienes son más oídos tengan la razón de su parte. No dudamos del equilibrio con que actúa y actuará la CNV, y no dudamos que priorizará solamente lo mas conveniente para todo el sistema en su conjunto, y que sí se atenderán por primera vez la voz de los mercados regionales, ya que está totalmente concientizada que es ahí donde esta el futuro del mercado federal y popular. Solo le deseamos fortaleza y perseverancia en mantener su posición por un mercado que parafraseando al presidente Lincoln sea ”del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.
(*) Presidente el Instituto Argentino para el Desarrollo de las Economías Regionales (IADER).