El mercado financiero de Argentina cerró con selectivas mejoras el lunes en medio de expectativas encontradas luego de que la Cámara Alta del Congreso rechazara un amplio decreto (DNU) que desregula la economía, en momentos que el Gobierno consolida sus números de la macroeconomía. 

El DNU, que fue promulgado en diciembre por el presidente Javier Milei y que tiene vigencia hasta que lo trate la Cámara de Diputados para determinar su validez, es considerado clave por el oficialismo para encaminar las finanzas.

“Será ampliamente relevante analizar cómo se desenvuelve el segmento político en torno al rechazo del DNU de Milei en el Senado”, dijo Portfolio Personal Inversiones (PPI). 

“El Gobierno necesitará conseguir apoyo político en el Congreso, aprobándose el paquete fiscal de la “Ley ómnibus” y la nueva fórmula previsional propuesta. Sin conseguir esto, el único ajuste estructural disponible es un aumento en las tarifas que reduzca los subsidios económicos”, señaló. 

Mejora en las acciones

En medio de especulaciones cruzadas sobre el apoyo que tendrá en la Cámara baja del Congreso, las acciones líderes subieron un firme 5,16% como cierre provisorio y los bonos en la plaza extrabursátil mejoraron con un riesgo país que se ubicó en los 1.584 puntos básicos (2000 GMT). 

“El Gobierno ha logrando grandes avances en materia de normalización macroeconómica. Sin embargo, lo conseguido no es sustentable en el tiempo, al menos que la política ayude”, señaló Roberto Geretto de Fundcorp. 

“El rechazo al DNU por parte de los senadores muestra que actualmente el principal riesgo es político, donde de haber el mismo resultado en diputados es probable que el veranito financiero también se termine”, estimó. 

El presidente Milei busca desde diciembre pasado alinear las cuentas del país con un fuerte recorte del gasto, terminar con una fuerte escalada inflacionaria que supera el 200% anual, dolarizar la economía y eliminar el banco central (BCRA). 

Menos presiones cambiarias y una mayor liquidación del sector agropecuario permitió a la entidad monetaria comprar la semana pasada del mercado unos 1.020 millones de dólares para reforzar sus reservas internacionales. 

“Si bien en el corto plazo el programa económico está logrando recapitalizar un banco central quebrado vía un ajuste fiscal de ingresos y monetario en extremo contractivos y empezar a bajar la inflación, lo cierto es que todavía falta mucho camino por recorrer”, dijo la consultora EcoGo. 

Devaluación controlada

En medio de una operatoria regulada, con un ‘crawling peg” (devaluación controlada) del 2% mensual adoptado por el BCRA, el peso oficial cedió a 852,5 por dólar, mientras que los negocios a futuro se pactaron a 1.368 unidades para la liquidación a fin de año. 

“La tablita del dólar subiendo al 2% mensual es forzada pero es forzada en parte por el hecho de que el gobierno está ungido de tener algunos éxitos, algunos goles para gritar en la tribuna, y eso es más necesario cuando menos sólidos están los tejidos políticos”, señaló Jorge Vasconcelos de la Fundación Mediterránea. 

Por su parte, los negocios en las plazas alternativas de cambio, ante rígidos controles vigentes, se negociaron equilibrados a 1.081,6 por dólar en el bursátil “contado con liquidación” (CCL) y a 1.024,3 en el llamado dólar ‘MEP”. 

La operatoria cambiaria en la reducida pero referencial ronda marginal o ‘blue” quedó también estable al comercializarse a 1.025 unidades por dólar. 

Esta semana se aguardan indicadores clave de la economía domestica, como el resultado de la balanza comercial de febrero y el PIB más datos de desempleo al cuarto trimestre del 2023.

 

Por Walter Bianchi, Hernán Nessi y Jorge Otaola
Agencia Reuters