El Cristo Negro, una obra histórica hecha en cuero que está en el templo de Jáchal.

El Cristo Negro o el Cristo de la Agonía de Jáchal. A la sola pronunciación de su nombre, de inmediato le sigue una fina vibración en la sensibilidad interior de cualquier interlocutor, más allá de la particular profesión de fe religiosa o no que se sostenga. Eso sucede, por la significación de la figura de Cristo en la historia universal, y, en este caso, en la calidad de la obra hecha en cuero negro, articulado, de tamaño natural en qué radica el busto sagrado como monumento único y singular. La referencia fundamental al Cristo de la Agonía, como lo llama el Dr. Oscar Miolano en la obra "Intimidades del San Juan Profundo”, pertenece al acervo patrimonial de la Iglesia central y máxima de Jáchal, el Santuario Arquidiocesano, Monumento Histórico Nacional (data de 1785 – hoy en restauración), ubicado frente a la plaza departamental, en la intersección de las calles San Juan y Juan de Echegaray. La obra encarna muchos significados de sentidos, todos ellos fecundos, ora coincidentes, ora divergentes, ora complementarios en todo o en parte, pero todos esos pensamientos que persiguen respuestas a la angustia y levedad humana. 

Este Cristo Negro de la Agonía, impacta entre otros vectores de sentidos, por ser un testimonio histórico objetivo de la recepción de la pasión de Cristo por parte de los pueblos originarios en cuanto asumen con respeto una creencia religiosa que la adoptaron en concordancia con su propias creencias, porque concibieron que los reflejaba en el valor supremo del amor individual y social. 

El amor que representa Cristo constituido en el Cristo de la Agonía, es permanente y es la salida a la solución de todos los problemas que acechan a la humanidad. Ese Cristo de la Agonía tiene su hogar igualmente sagrado en el Santuario Arquidiocesano, hoy en reconstrucción, el cual fue testigo, según la historiografía vigente, de hechos cruciales de la vida argentina vividos en clave jachallera, desde que en 1783 es traído desde Perú, al ser confeccionado artesanalmente por los naturales de la Villa Imperial de Potosí: Ahí ante el Señor de la Agonía, en el año 1816, el pueblo de Jáchal presta juramento, obediencia y fidelidad al Congreso de Tucumán en dependencias de la Parroquia en el año 1817; Luego en 1817, en el mes de enero, el pueblo y parroquia de Jáchal colaboraron con el General José de San Martín; En ese mismo año en el mes de octubre, se celebra una Misa para dar gracias por el triunfo de San Martín en la Batalla de Chacabuco; En el año de 1853, ocurre que se jura la Constitución Nacional en un acto sencillo pero desbordante de fe y patriotismo ante el Cristo Crucificado. 

En el plano individual, generaciones sucesivas concurrieron a recibir los sacramentos que indican los estatutos de la fe cristiana y católica. 

Así como cada 19 de marzo de cada año y desde tiempo inmemorial, el pueblo se moviliza impulsado por una fe inquebrantable para honrar a San José carpintero como Santo Patrono de Jáchal. También en estos tiempos, el 12 marzo de 2019, se informó que el Señor de la Agonía tendrá una nueva cruz de madera reciclada del templo. En efecto, el padre Orlando Sánchez, dejó constancia que se procederá al recambio de la cruz que data de los años 1900, y confeccionada con madera del techo salida de lo construido para la restauración del Santuario. En consecuencia la gacetilla de prensa de esa época, indica que "la nueva cruz fue confeccionada con nobles maderas por el carpintero y artesano Miguel Tejada. La obra que fue recibida y mirada con gran percepción por la grey católica local en la primera noche de novena, será inventariada por la Comisión de Archivo Histórico y Patrimonio Religioso; con la única misión de portar a la sagrada imagen”.

 

Por Dr. Mario Luna y Prof. Fabián Núñez