Las sospechas de casos de ébola, afortunadamente descartados en Brasil, Chile y Bolivia, la semana pasada luego de hospitalizar con cuadros febriles a personas provenientes de África, han reforzado las previsiones regionales para contener a una enfermedad altamente contagiosa que puede ser mortal y de la que se carecen vacunas.
El virus mutante originario del Ébola ha dejado de ser una amenaza lejana para la Argentina y si bien nuestro país es el primero en América latina en disponer de elementos de laboratorio para determinar la certeza de la dolencia, no se advierten preparativos ni simulacros en los diferentes centros de salud estatales y privados, en base a los rigurosos protocolos ordenados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Debe recordarse que la trabajadora sanitaria que atendió al primer paciente diagnosticado con ébola en Estados Unidos, dio
diagnóstico positivo en una primera prueba, al fallar el protocolo de seguridad, aún cuando usó el traje de protección, sería el primer caso de transmisión dentro de ese país. España ya tiene sus víctimas, incluyendo una enfermera contaminada, Francia, Tokio, Praga y Australia mantienen un alerta activo sobre ingresos, e Israel ya ha coordinado con autoridades palestinas los ejercicios que indican los protocolos a seguir para el tratamiento, el aislamiento y la protección ante posibles casos de ébola, para citar ejemplos de una movilización sanitaria global.
Recientemente hubo en Mar del plata un encuentro donde estuvieron presentes todos los ministros de Salud del país y se analizaron todas las recomendaciones sobre el flagelo, pero también se observó que no todas las provincias están bien organizadas. En ese aspecto la Organización Panamericana de la Salud ha puntualizado las disposiciones del reglamento sanitario internacional de la OMS y señaló la necesidad de trabajar con lógica federal para nivelar a las provincias mejor organizadas con aquellas que presentan fallas y deben recibir mayor apoyo por estar rezagadas para afrontar peligros de la naturaleza del ébola.
El tema urge y los simulacros, incluyendo el equipamiento apropiado nos van a permitir anticipar cualquier dificultad y evacuar todas las posibles dudas a través de ejercicios operativos, que en casos de pandemias son vitales. San Juan debe adelantarse con el entrenamiento adecuado.