Frente a la costumbre comercial que marca saludar a los padres en junio, hay personas y pueblos que al igual que las escuelas prefieren celebrarlo en nuestro país, especialmente en Mendoza, el 24 de agosto. Ese día, en 1816, nació la única hija del General José de San Martín. En cambio, la mayoría se suma a la celebración del tercer domingo del mes de junio, instaurada en honor al norteamericano John Bruce Dodd por haber criado solo a sus nueve hijos.

Desde hace varios años, distintas instituciones y personas están bregando para que se haga realidad un proyecto de Ley que volviera a establecer el 24 de agosto como Día del Padre en la Argentina. El mismo fue aprobado por unanimidad por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación en diciembre de 2004 (Orden del Día 1798 del 26-NOV-2004 Exp. 152/04 HCDN) y pasó para ser tratado en la Honorable Cámara de Senadores de la Nación, donde fue demorado, influenciado por intereses económicos, pero se consiguió que se emitiera el correspondiente Dictamen Parlamentario en septiembre de 2005, pero al ser retrasado nuevamente, no fue tratado en el recinto antes de la última sesión del año, por tal motivo el mismo caducó definitivamente, perdiendo estado parlamentario. No ha sido reproducido como ocurre en otros casos y no se ha presentado otro similar.

Solo queda seguir esperando que algún o algunos Legisladores nacionales se hagan eco del sentir de la mayoría de los argentinos y basándose en el proyecto aprobado por la Cámara de Diputados, con una pequeña reforma que se observa en el Dictamen de la Cámara de Senadores, presenten un nuevo proyecto de Ley, que es el deseo de muchos.

En 1814, llegaron a Mendoza, el General D. José Francisco de San Martín y su esposa Remedios de Escalada, se radicaron en la casa de la familia Álvarez ubicada en el actual domicilio de la calle Corrientes N¦ 343 de la ciudad de Mendoza. En ese lugar nació "Merceditas”, cuando se encontraba en plena formación del Ejército de los Andes, que daría libertad a Chile y Perú, asegurando la independencia argentina.

El sueño de San Martín era vivir junto a su familia en una finca en Bardiales, pero no pudo cumplirlo. Por aquel entonces, San Martín debía repartir su tiempo entre ejercer el gobierno de Cuyo y organizar el Ejército de los Andes.

Cumplida su misión americanista, centró su vida en la educación y formación moral de su hija huérfana de madre, partiendo a Europa en voluntario ostracismo. Ya en el Viejo Continente redactó "las máximas" para su hija (Bruselas, 1825) que constituyen un verdadero plan educativo de índole moral, que conserva plena actualidad.

En 1831 se radicó en Francia, en una finca de campo cercana a París. Tres años más tarde y gracias al dinero ahorrado trabajando con un amigo y a la venta de las fincas con que lo había premiado el Gobierno de Mendoza y el de Perú, se mudó a una casa que compró en Grand Bourg (Francia). En marzo de 1848, al estallar la revolución de ese año en París, se traslada a la ciudad costera de Boulogne-Sur-Mer, estableciéndose en una habitación alquilada. Allí falleció a la edad de 72 años, a las tres de la tarde del 17 de agosto de 1850.

Sus restos fueron repatriados el 28 de mayo de 1880 y depositados en la Catedral de Buenos Aires.

En 1953 la Prof. Lucia Zuloaga de García Sada, presentó ante la Dirección General de Escuelas de Mendoza la iniciativa de declarar el 24 de agosto como "Día del Padre” la cual por resolución 192 T-53 fue aceptada. Pero el Consejo Nacional de Educación, ante la presión de diversos grupos de comerciantes, en 1957 se olvidó de incluir la fecha en el Calendario Escolar, lo que fue aprovechado para imponer la fecha del "Día del padre norteamericano”.

Sólo las escuelas de Mendoza, se mantuvieron fieles al Libertador en la celebración del 24 de agosto. Hubo intentos de dictar la ley a nivel nacional mediante proyectos de legisladores mendocinos, sin embargo, ninguno de los proyectos tuvo tratamiento Legislativo, pero a nivel provincial la suerte en Mendoza fue distinta. El 30 de junio de 1982, por Decreto N¦ 2119/82 el entonces gobernador de la provincia, Dr. Bonifacio Cejuela, instituyó oficialmente la fecha.

En estos momentos de globalización y de masificación, somos los argentinos quienes debemos decidir qué modelo de padre queremos, y por ello están bregando por esta idea varias instituciones, entre ellas, el Círculo de ex cadetes del Liceo Militar General Espejo.

Esta evocación constituye un verdadero homenaje en el Día del Padre Sanmartiniano, a mi papá Juan Vicente Parra y a mi abuelo José Honorio Marrello; y, de parte de Benjamín, para su papá Oscar Alberto Collado.