En este San Juan de hoy, nos podemos disputar los recursos entre los diferentes sectores, en el de otra época nos distribuimos la miseria porque vivíamos de la administración pública. Los sanjuaninos, a esa época, no estamos dispuestos a volver.
Al progreso lo vemos ahora a diario. Colapsan cloacas, falta presión de gas, redes de telefonía celular que no dan abasto, las líneas de teléfono se demoran en ser instaladas, toda la energía que aparece es poca, hay embotellamientos de tránsito, restricción en el uso del agua. Esto no es una conspiración de todas las empresas de servicios públicos.
¡Estamos creciendo! Nuestro trabajo genera progreso, después de muchas generaciones que "la vieron pasar", debemos llevar a San Juan adelante como nos enseñó Sarmiento, con educación y con información.
En el San Juan de hoy, hay quienes cobra $1.200 por mes en una finca, contra los que ganan $4.000 trabajando para las empresas del sector minero. Estos últimos también reciben capacitación, ropa, elementos de protección personal y comida.
Tienen posibilidades de ascender y, cuando se destacan son contratados por la minera directamente. Nosotros perdemos el recurso ya formado, pero no le negamos a nuestros trabajadores el derecho a progresar.
Debemos seguir trabajando para que este vital sector de nuestra comunidad no desaparezca y sea viable. Entendamos también de una vez, que las prebendas del Estado nos cuestan sólo a los que aportamos a sostenerlo.
Hay sectores interesados solamente en destruir la competencia de empresas que generan fuentes de trabajo genuino. Esto significa para la sociedad sanjuanina, destruir la posibilidad de progreso. Para eso traen a cuanto ignorante con peso mediático exista, mientras hable mal del sector industrial que les compite, la minería. Sarmiento decía que la ignorancia es atrevida y hoy comprobamos, una vez más, que el Maestro estaba en lo cierto.
También han llevado a cabo la tarea que mejor saben hacer: el "lobby" y han hablado con cuanto legislador les haya dado audiencia aquí y en Buenos Aires, fabulando que los sanjuaninos estamos envenenados, que no hay pájaros en las ciudades, que la cordillera parece la luna por los cráteres.
Nuestros legisladores, tratando muchos temas simultáneos y sin mucho tiempo para analizarlos, votan en función de lo que las fuerzas vivas de la comunidad (lobistas) o sus asesores recomiendan.
Las fuentes de agua dulce que todos los argentinos debemos cuidar, no son solo los glaciares, también lo son los ríos, los aportes de la lluvia que escurre a las napas en todo el país.
Los recursos son de las provincias y en este sentido los legisladores nacionales son convidados de piedra ya que lo que pretenden hacer estará contra nuestra ley fundamental.
También hay que dejar en claro que el 85% del temido cianuro se utiliza en los cinturones industriales de Buenos Aires, Córdoba y Rosario. Meterse con la industria es dejar sin trabajo a gente de la Matanza (en la cuenca Matanza-Riachuelo se lanzan cada día 300.000 metros cúbicos de aguas servidas y 90.000 metros cúbicos de residuos industriales) y a los trabajadores de Córdoba y de Santa Fe. Distritos electorales poderosos intocables. Este es el motivo por el cual el cineasta Pino Solanas ya no insiste más en la comercialización del cianuro y está en la búsqueda de nuevas ficciones.
Deben sincerarse de que no es la cantidad de agua utilizada ni la posibilidad de que se contamine el verdadero motivo del conflicto. Si en nuestra tierra se diera, los productores sembrarían soja y utilizarían glisofato tal como ahora utilizan los venenos fosforados. Quienes hoy culpan a la minería, no hacen nada por administrar racionalmente el agua. Regar a manto en nuestro desierto es despilfarrar. Con el mismo recurso se podría regar 400% más de hectárea, pero nadie pide a los funcionarios de Buenos Aires, que arbitren créditos para implementar masivamente el riego por goteo.
Para nosotros, la minería no es una cuestión de pujas políticas, no aceptamos que se detenga el progreso, ni esperar un par de años. ¿Alguien les pediría a nuestros trabajadores que esperaran el cobro equivalente a 48 quincenas? o ¿los bancos esperarían 24 meses para cobrarnos los préstamos?
Trabajemos en serio agregando valor en un San Juan con, vinos, aceitunas, frutas, verduras, hortalizas, oro, sulfato de aluminio, cal, rocas de aplicación y cobre. Vamos por la ganadería, por más energía, por el Corredor Bioceánico, el túnel y la integración que generará oportunidades para todos los sanjuaninos y por todo emprendimiento que genere progreso. Controlemos muy bien, más y mejor lo que realmente se debe controlar, el medio ambiente y las condiciones laborales de nuestra gente.
No deseo hipotecar el futuro de mis hijos y nietos contaminando mi provincia o destruyendo posibilidades de progreso.
