La prestación municipal que demanda la ciudadanía siempre es insuficiente en nuestro país. La falta de recursos, que genera impotencia en los intendentes, se agrava con la inconducta de la gente.

El contribuyente exige que el municipio cumpla y la prensa es el último recurso cuando fracasan las gestiones burocráticas. Estas páginas documentan los reclamos por anegamientos cuando desbordan las acequias taponadas de basura arrojada desaprensivamente. Lo mismo sucede con los baches, los semáforos y otras cosas que no funcionan o faltan, y un sinnúmero de problemas inexistentes en los países desarrollados que se señalan como ejemplo. Claro, el vecino anhela vivir en Suiza, pero allí existe -además de excelentes servicios-, la cultura del orden, la limpieza y el respeto hacia el bien común, como contraprestación innata del público a la responsabilidad de los entes gubernamentales.

Los intendentes sanjuaninos reconocen sus limitaciones, pero también advierten que dejar conforme al pueblo es una carrera inalcanzable por los hábitos del quejoso. No hay predisposición para dejar de arrojar papeles, etiquetas y envases en la vía pública, menos todavía si las cunetas y canales se usan para arrojar cualquier tipo de residuos, contaminando un recurso que aguas abajo es esencial. Tampoco se respetan los horarios de lavado de veredas, o el pedido de separar los elementos para el reciclado de los desechos.

La Municipalidad de la Ciudad de San Juan busca crear conciencia acerca de la limpieza urbana, mediante una campaña dirigida a los alumnos de las escuelas primarias bajo el lema "Eso no se hace". Incluye folletería y charlas sobre el comportamiento de la población, para crear un efecto multiplicador desde la escuela a toda la sociedad.

Si el mensaje lo asumen los 117.000 vecinos de Capital y las 100.000 personas que ingresan diariamente por sus obligaciones laborales, educativas, trámites y recreación, no caben dudas que la ciudad lucirá más limpia y será más efectiva la acción municipal. Pero también es necesario coordinar esas tareas con otros organismos que mucho tienen que ver con una ciudad limpia y ordenada, como son OSSE, Hidráulica, Vialidad, Policía y las empresas de servicios.

La exigencia del derecho a vivir en un ambiente agradable debe ser una preocupación constante de los vecinos y de la comunidad toda.