Como si fuera hoy. El 13 de septiembre de 2012 la por entonces presidente Cristina Fernández, visitaba la provincia para inaugurar la extensión de la planta industrial textil de Lacoste, la misma que, como tantas otras de su categoría, debieron volver atrás o directamente cerrar cuando su gobierno y la ministra Débora Giorgi impusieron el cepo cambiario que imposibilitaba la importación de insumos. Algo similar ocurrió con la local Ansilta que no pudo ingresar Gore-Tex, el material imprescindible para sus camperas de abrigo y montaña. 

La gestación de lo que luego se habría de llamar “la grieta”, tuvo evidencia geográfica. Mientras en el sur una flota de colectivos organizada por el gobernador Gioja y algunos intendentes permitía el lleno de dos carpas para transmitir el calor popular a la visitante, en la ciudad, más al norte, comenzaba a circular la mayor movilización espontánea que se haya visto en contra o a favor de política alguna. La gran mayoría de esos manifestantes salía a protestar por primera vez. Fue una réplica aumentada de algún tibio cacerolazo del pasado. La coincidencia de la fecha fue por azar. El fenómeno del centro fue consecuencia del debut de Twitter y Facebook, sitios que inauguraron una nueva forma de convocatoria, la del liderazgo anónimo. El llamado iluminó las pantallas de los celulares horas antes en todo el país mientras que, como es usual, la visita presidencial, de largo protocolo, había entrado en agenda varios meses antes. Para completar un día intenso, en el Hotel Provincial se concretaba una masiva reunión de proveedores mineros para analizar distintos aspectos de la actividad. Disertantes: el recordado Tomás Bulat, economista y periodista especializado, Ricardo Martínez, geólogo descubridor de Veladero y este periodista. El día, de mucho calor para ser la última semana del invierno, no impidió que en una de las carpas del sur prevista para invitados especiales, principalmente empresarios y autoridades, se degustaran unas mollejas tostadas con otras exquisiteces regionales. En una carpa contigua, empezaban a apiñarse los militantes entusiasmados con la presencia de su líder nacional.

Por las 4 esquinas de la Plaza 25, corazón de la ciudad, comenzaban a reunirse primero tímidamente y luego en tropel, ciudadanos/as que llegaban desde todos los costados mostrando el embrión de la que más tarde habría de ser la multitud que todos recordamos como la del 13S. Los asistentes al hotel, a la espera del inicio de las conferencias, nos arrimamos a la terraza desde donde nos sorprendió el tamaño de la marcha, mucha más gente que la que habíamos visto más temprano en Lacoste. Una diferencia: Aquella fue apoyada por una gran logística de transporte y alimentada por los llamados “punteros” de cada departamento, ésta, por nadie. Los carteles así lo identificaban. Algunos amantes del cine de autor recordaban la semejanza con la película de Igmar Bergman “El huevo de la serpiente”. La metáfora del título del cineasta hizo referencia a que el huevo de la serpiente es transparente y se puede ver el embrión ya terminado. Lo único que hará después será crecer. Aquél día San Juan mostró el embrión de la “grieta”, una separación que va más allá de las naturales diferencias de opinión que existen en todo grupo humano para llegar a la descalificación personal y la agresión. Eso no ocurría desde los primeros años del retorno a la democracia. En realidad tanto Cristina como el kirchnerismo nunca pudieron hacer pie en los distritos del interior, donde siguieron prevaleciendo los caudillos locales. En el caso de San Juan, fue José Luis Gioja quien mantuvo una jefatura política indiscutida. Un ejemplo concreto fue cuando se echó a Sergio Schoklender cuando intentó ingresar a construir viviendas en nombre de las Madres de Plaza de Mayo. La gente “propia” del kirchnerismo, como el exsenador Ruperto Godoy, nunca logró hacer masa crítica y La Cámpora, desde su mismo nacimiento, registró números negativos de aceptación en las encuestas. La visita de este viernes ha sido una prueba para sus seguidores y ha sido organizada con el mismo método y obtenido el mismo resultado: Un Aldo Cantoni fervoroso y lleno luego de que se vaciara la numerosa flota de colectivos contratada. ¿Su visita puede tomarse como un indicio electoral?, muy pronto para semejante pronóstico. Hasta ahora, Cristina no pudo seducir por su sola cuenta a nuestros votantes. Siempre necesitó que alguien le pusiera la gente. Da la sensación de que aquella grieta anunciada el 13 de septiembre de 2012 se ha consolidado y ahora parece más amenazante, así lo muestran los comentarios a favor y en contra en nuestro diario. El 11 de agosto tendremos una pista, aunque no definitiva, de su verdadero tamaño.