La crisis del multilateralismo, con la competencia entre Estados Unidos y China de fondo, y el menor empuje de los actuales líderes de la UE y el Mercosur explican las dificultades para sacar adelante el acuerdo entre estos dos últimos bloques, según los analistas. El pacto entre la UE y el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), cerrado en 2019 tras veinte años de negociaciones, debe aún ratificarse, aunque Francia, Holanda y Austria, críticos con la política ambiental brasileña, amenazan con rechazarlo. El contexto internacional no ayuda a superar los escollos en un momento "malo para el libre comercio", como apunta Anna Ayuso, experta del Barcelona Centre for International Affairs (Cidob). El sistema multilateral que representa la Organización Mundial del Comercio ha sido duramente cuestionado por EEUU durante la presidencia de Donald Trump, en medio de su tendencia al proteccionismo y el repliegue de los países, que puede acentuarse por la crisis del coronavirus.

 

  • Posturas proteccionistas 

Ayuso considera que en la UE se ha manifestado "un tipo de proteccionismo que se ampara en la protección del medio ambiente", concretamente de la Amazonía brasileña. Argumenta que el acuerdo UE-Mercosur ya refleja el compromiso por cumplir el Acuerdo de París contra el cambio climático, a lo que puede añadirse un anexo que establezca mecanismos de seguimiento, como exigen los ecologistas. "América latina mantiene esa ventana de oportunidad (a favor del tratado)" y "Europa no puede permitirse" echarse atrás, asegura la especialista. No sólo por defender el multilateralismo, sino también porque a la UE le permitiría estrechar lazos en una región donde EEUU mantiene una fuerte influencia y China "se está comiendo gran parte del pastel".

 

  • Competencia comercial 

Para el profesor emérito de Economía y Finanzas de la escuela de negocios Esade, Roberto Tornabell, China ganará posiciones si la UE se "retira" del Mercosur, lo que también puede beneficiar a otros competidores de Asia-Pacífico como la India o Indonesia. "En el mundo, sólo queda América latina como gran proveedor agropecuario", subraya Tornabell.

 

  • Debilidad de los socios

Al debilitamiento del sistema multilateral se suma el de la propia UE por sus fracturas internas y su menor relación con EEUU, según el decano de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Uruguay, Ignacio Bartesaghi. Recuerda que el acuerdo entre la UE y Mercosur estuvo impulsado por los "intereses geopolíticos" de ambos lados, aunque ahora adolece de falta de liderazgo. Si los expresidentes Mauricio Macri (Argentina) y Michel Temer (Brasil) avanzaron con el fin de abrir nuevos mercados tras la anterior crisis económica, sus sucesores en el cargo, Alberto Fernández y Jair Bolsonaro, no lo han visto igual. Argentina, con serios problemas económicos, ha optado por estrechar sus vínculos con China en los últimos años y Brasil acaba de firmar nuevos acuerdos de facilitación del comercio con EEUU, mientras sigue destinando un tercio de sus exportaciones al mercado chino.

Visión a largo plazo

El acuerdo, más allá de cuestiones económicas o estándares, obedece a "una apuesta geopolítica de gran diferencial respecto a EEUU y China" en un contexto de fuerte competencia, dice el decano de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Uruguay, Ignacio Bartesaghi. Agrega que "el mundo cambió tres veces en veinte años y los beneficios del pacto en los que se pensó no tienen que ver con los impactos de ahora". El investigador de la Universidad de Buenos Aires, Damián Paikin, resalta que el pacto es, para el Mercosur, "una oportunidad de volver a ubicarse en el eje atlántico", tras años de creciente influencia china en la región. 

 

Por Belén Delgado
Madrid, España
Agencia EFE – Especial