Se cumplen hoy 87 años del fallecimiento de Juan Vucetich, creador del Sistema Dactiloscópico Argentino.

Con el nombre Ucetic, nació el 20 de julio de 1858, en la isla Havr, en la actual Croacia, denominada Lesina en ese entonces, perteneciente al Imperio Austro-Húngaro. Emigró a nuestro país siendo muy joven y por su amor a este suelo más que por una exigencia legal, se nacionalizó argentino con el nombre de Juan Vucetich.

En la ciudad de La Plata, se registró como aspirante en el departamento central de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Desde ese lugar se interesó por la aplicación de las investigaciones antropométricas, muy divulgadas en ese entonces por las investigaciones en 1872 del antropólogo italiano Cesare Lambroso. Consecuentemente, Vucetich crearía la oficina de Identificación Antropométrica y posteriormente el Centro de Dactiloscopia en ese seno policial.

Su trascendente método, basado en la toma de huellas digitales, dio lugar a la creación de fichas dactiloscópicas.

De tal modo obtuvo un sistema de clasificación de impresiones papilares aplicable en la práctica, creando así los fundamentos de una nueva ciencia revolucionaria que hoy beneficia al mundo, a la que denominó "dactiloscopia” y que contenía 101 tipos de impresiones después de que ese mismo año, como una ironía, fuera suprimida la Oficina de Identificación.

El 8 de julio de 1892, cuando sólo contaba sus 33 años de vida, Vucetich realiza por primera vez la identificación de una asesina en base a las huellas dejadas por sus dedos ensangrentados, particularmente, por su pulgar derecho, en la escena del crimen. Se produce de este modo, "la primera sentencia mundial de culpabilidad basada en evidencia obtenida por una huella digital”. El "Caso Rojas”, que entró en los anales criminalísticos mundiales, tuvo lugar en Necochea. Un niño de 6 años y una niña de 4, habían sido asesinados culpándose del crimen a un vecino. Todo parecía condenar al campesino Pedro Velásquez que negaba su participación en el crimen. Cuatro manchas de sangre en una puerta permitieron la utilización del método Vucetich y determinar que su acusadora, Francisca Rojas, madre de las víctimas, era la culpable.