Las inversiones en armas de los países más poderosos son varias veces millonarias en dólares.

En una Entrevista que le hicieron al papa Francisco el pasado 19 de mayo de este año, pidió a las revistas jesuíticas europeas: "Quisiera que vuestras revistas entendieran el drama humano de la guerra. Está muy bien hacer un cálculo geopolítico, estudiar a fondo las cosas. Lo deben hacer porque es vuestra tarea. Pero traten de transmitir el drama humano de esos cementerios, de esa guerra” (La Civiltá Cattolica 4128 (2022) 525). Tratemos de ensayar algo de eso.

Todo hacía pensar que la invasión a Ucrania duraría un poco mas de una semana. El imperialista Putin lo pensaba así. Pero "Ucrania es experta en sufrir esclavitud y guerras” (Francisco). Como si la historia hubiese predispuesto a Ucrania ser un pueblo heroico. Ha resistido, y ha llevado a que los hombres se queden allí, y sus mujeres y niños hayan escapado de las balas. El heroísmo se enlaza con la ternura. Mujeres que hasta los mismos primeros soldados rusos detenidos, les han curado sus heridas. He ahí un rostro humano del drama. 

En la Revista Anual 2021 elaborado por el Sipri (Stockholm International Peace Research Institute), se brinda detalles de los países que más invierten en Armas. En ese elenco encontramos en primer lugar los EEUU (778 mil millones de USD), luego China (252), después India y cuarto Rusia (61,7). Dichas cifras nos dan alguna pauta acerca de la competencia que existe entre esos países para mantenerse en sus posiciones.

La respuesta de Occidente ha sido durísima: ha expulsado a la Federación Rusa del sistema Swift y el congelamiento de sus reservas externas de su banco Central. Ha bloqueado la exportación de componentes de alta tecnología; ha tomado gran parte del patrimonio exterior de oligarcas rusos. Han cerrado los vuelos comerciales aéreos; ha reducido las vetas del petróleo ruso a los EEUU y al Reino Unido; han congelado 403.000 millones de dólares distribuidos en 630.000 reservas extranjeras de la Banca rusa central. Rusia se ha visto obligada a duplicar sus tasas de interés y tendrá menor consumo de gas desde Europa. La devaluación de la moneda rusa es un hecho, perdiendo la mitad de su valor frente al dólar. En pocas palabras, en un año se estima la contracción del PBI de al menos el 10 ó 12, 5% de toda Rusia.

La sanciones económicas no han de durar mucho tiempo. Han de ser vistas desde lo ético y jurídico. Un pueblo sufre. "Las sanciones, en las formas previstas del orden internacional contemporáneo, miran a corregir el comportamiento del gobierno de un País que viola las reglas de la convivencia pacífica…” (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia n 507).

Rusia vencerá o perderá la guerra de invasión. Pero seguro perderá en el "después” de la guerra: sus líderes serán juzgados por crímenes de guerra ya constatados. No faltan testigos de esto último. No olvidemos que en Segunda guerra mundial y luego en los Balcanes, sus jefes fueron juzgados. 

Repudiada por Occidente, en manos de China e Irak, Rusia compromete la energía y los alimentos de buena parte del mundo. Egipto hoy no puede recibir granos de su principal proveedor: Ucrania. Solo un ejemplo.

Una pregunta importante cabe: EEUU se propone una vez como Gendarme internacional, Alemania se está empoderando en su posición armamentística y China se consolida; ¿no es todo esto un signo de que la globalización se esta redefiniendo? ¿Hay mayor desconexión? 

Quiera Dios mueva los corazones de los líderes mundiales y acepten su luz que quiere la paz en cada corazón humano. En el corazón de Dios están escritos nuestros nombres…

 

 

Por Pbro. Dr. José Juan Garcí
Vicerrector de la UCCuyo