El deterioro medioambiental, como consecuencia del calentamiento del planeta, marcha más rápido que los acuerdos políticos para ejecutar los cambios estructurales contra la contaminación acordados en las cumbres de naciones para alcanzar consenso y actuar de inmediato. El aumento poblacional, la rápida urbanización, los crecientes niveles de consumo, la desertificación y la degradación del suelo, provocan una grave escasez de agua dulce y ponen en riesgo la seguridad alimentaria de cientos de millones de personas.
Si esta tendencia continúa y no se consigue mejorar los patrones actuales de producción y de consumo, ni tampoco se utilizan los recursos naturales de forma sostenible, el medio ambiente seguirá empeorando, advierte el Estudio de Previsión Medioambiental Global (GEO-6), presentado el jueves último por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Este análisis señala una situación crítica en América latina debido a la alta tasa de urbanización y el rápido crecimiento económico en muchas zonas donde se está poniendo en riesgo la calidad del aire y del agua, una situación que también se refleja en San Juan por el avance de áreas urbanizadas sobre tierras cultivables.
A pesar de esta alteración del hábitat, las evaluaciones regionales muestran que todavía hay tiempo para neutralizar las consecuencias más dañinas del cambio climático, en especial la destrucción de los ecosistemas marinos y el creciente nivel de contaminación del aire, observan los científicos de la ONU. Se agota el tiempo, es cierto, pero todavía podemos decidir si queremos ser parte del problema o de la solución, reflexiona el GEO-6.
