
China no registró ayer ningún nuevo caso de coronavirus por segunda vez, en ambas ocasiones en coincidencia con la apertura y la clausura de la reunión anual del Legislativo, marcada por unas estrictas medidas de seguridad contra la pandemia que podrían comenzar a relajarse a partir de ahora.
La primera vez que el país asiático no registró nuevos positivos fue el 22 de mayo, y en este momento sólo quedan 70 casos activos en China, donde han fallecido 4.634 personas entre los 82.995 diagnosticados.
Aunque algunas de las medidas de prevención y limitación de movimientos que tomó el país sí se han relajado, sigue vigente el veto, iniciado el 28 de marzo, de entrada al país a los extranjeros, incluso los residentes en China, salvo algunas excepciones.
El país ha mantenido desde entonces un continuo goteo de casos provenientes del exterior, la gran mayoría de ellos relacionados con chinos que regresaban desde otros focos del coronavirus.
Desde entonces, las aerolíneas locales sólo pueden operar un único vuelo al extranjero a cada país por semana, mientras que las extranjeras sólo mantienen un vuelo semanal a China.
Queda por ver si China seguirá relajando medidas: en mayo autorizó la apertura de espacios cerrados con límites en el número de visitantes y bajo medidas especiales de prevención, y en junio abrirán colegios y guarderías, pero aún se desconoce cuándo y cómo levantará la prohibición a turistas, estudiantes, empresarios y residentes extranjeros.
Fuentes diplomáticas informaron que los países de la Unión Europea están negociando con China para que permita la entrada al menos a los residentes, y ya se ha establecido una "vía rápida" por la cual pueden ingresar a China determinados trabajadores y ejecutivos procedentes de países como Corea del Sur y Alemania.
La clausura de la Asamblea Nacional Popular (APN, Legislativo) del jueves podría ser el punto de partida para que el país asiático comience a ampliar este tipo de medidas y aceptar así a más ciudadanos de otros países.
De todas formas China teme un rebrote a raíz de los casos "importados", y la prioridad del país pasa por reanudar primero la industria nacional, incluyendo la aviación nacional que, según los medios locales, se está recuperando ya del impacto del virus.
Datos ofrecidos por la cadena estatal CCTV apuntan que la tasa de ocupación de las aerolíneas domésticas alcanzó el 66,2 % en el mes de abril, un aumento mensual de 5,6 puntos porcentuales.
Pero el informe de trabajo del Gobierno durante la clausura de la ANP aseguró que "China no escatimará esfuerzos en las tareas de prevención y control para evitar repuntes", con lo que es de esperar que continúen las tomas de temperatura corporal, el uso de códigos QR que justifican un buen estado de salud o las pruebas de ácido nucleico para identificar infecciones asintomáticas.
Otras "medidas efectivas", según las autoridades, pasan por la ventilación, la desinfección y la monitorización de temperatura, especialmente en escuelas y otros lugares donde se concentran grandes números de personas.
Asimismo, el primer ministro chino, Li Keqiang, enfatizó ayer al término de la ANP que una de las prioridades del país será legislar en materia de sanidad pública para enmendar "puntos débiles y carencias" todavía existentes.
Por Jesús Centeno
Agencia EFE
