En oportunidad de celebrarse el Día de la Exportación, la ministra de Industria, Débora Giorgi, estimó que Argentina tiene todas las condiciones necesarias para recibir inversiones, gracias a un mercado interno vigoroso y buenos recursos humanos y naturales, aunque no hizo alusión a la calidad y credibilidad institucional que los capitales extranjeros buscan para radicarse sin sorpresas políticas.
La funcionaria habló del cambio de las estructuras, o bien de la estructura del cambio que espera el Gobierno para aprovechar la coyuntura externa. Es que si bien se esperan menores tasas de crecimiento mundial entre 2010 y 2012, sobre todo en los países desarrollados, el mejor comportamiento será de las naciones emergentes y por el mayor crecimiento del comercio Sur-Sur, cada vez más competitivo y con más competidores. En ese aspecto, la Cámara de Exportadores de la República Argentina estima que las ventas externas crecerán este año 18% con respecto a 2009, o 66.000 millones de dólares, con una participación del 22% en el PBI.
La estructura de cambio, para aprovechar la evolución de los mercados, enfrenta a dos estrategias opuestas: las del Gobierno y del sector privado, con objetivos que deben compatibilizar las oportunidades del nuevo orden mundial de los mercados y las imprecisiones políticas domésticas. Es difícil lograr una dinámica exportadora para responder a la demanda mundial, si se toma como ejemplo el manejo oficial de la cuota Hilton, que sólo se han podido exportar 10.000 toneladas de las 28.000 negociadas, por el freno de las regulaciones, demoras en los permisos y otros caprichos intempestivos del cuestionado Guillermo Moreno.
