La Organización Mundial de la Propiedad Industrial (OMPI) dio a conocer en Ginebra el Indice Mundial de Innovación 2013, elaborado con la Universidad Cornell, EEUU, que tiene en cuenta la función fundamental de la innovación como motor del crecimiento y el progreso económico de un país. Para ello, utiliza la medición de 84 indicadores relativos a la calidad de las principales universidades, la disponibilidad de microfinanciación y los acuerdos de capital de riesgo. A la vez, evalúa las capacidades y resultados ponderables de la actividad, que examina aspectos inherentes a las instituciones, capital humano e investigación, infraestructura, desarrollo de los mercados y empresarial, la producción de conocimientos y tecnología, y la producción creativa.
En la tabla de 142 naciones analizadas, la Argentina fue uno de los países que más avanzó en actividades vinculadas a la innovación en los últimos años, subiendo desde el puesto 70 del año pasado, al 56 actual. Supera a Brasil que retrocedió desde la posición 58 a la 64, y también a México, pese a que este país logró mejorar desde el puesto 79 al 63, según el listado encabezado por Suecia, seguido por Suiza y el Reino Unido. A la vez, la OMPI ubica a China al frente de los países emergentes.
Destaca, además, que América latina es la región que ha registrado la más importante mejora en la clasificación del Indice Mundial de Innovación, ya que como todos los mercados emergentes y en particular China, en gran medida aumentaron la presentación de solicitudes de patentes a escala mundial gracias al notable gasto en innovación y desarrollo, mucho más rápido que los países industrializados afectados por la crisis global.
