La distribución masiva de computadoras gratuitas a los escolares, en América latina -experimentada hace tres años en Uruguay-, se disparó en toda la región y tendrá impactos, positivos y negativos en las futuras generaciones. El 17 de marzo, Perú firmó un acuerdo para recibir otras 260.000 laptops del programa "Una Computadora por Niño" del Instituto Tecnológico de Massachusetts, ente sin fines de lucro, que las vende a u$s 188. Con ellas se elevará a 590.000 el número de equipos entregados por el gobierno peruano, casi todos, a escuelas rurales de alta pobreza.

Argentina, por su parte, entregó el 18 de marzo, las primeras computadoras de las 250.000 destinadas a estudiantes de escuelas técnicas. Horas antes, el jefe de gobierno porteño anunció que comprará 190.000 laptops para alumnos primarios, en tanto Brasil licitará la compra de nada menos que 1,5 millones de equipos. Uruguay es el primer país del mundo donde todos los chicos de la escuela primaria pública tienen una laptop con Internet. Según las proyecciones del BID, los escolares con una computadora en Latinoamérica llegarán a 30 millones en 2015.

¿Pero el impacto de esta avalancha de laptops será positivo?, les pregunté a otros expertos. Para mi sorpresa, muchos dijeron que no. Entre otras críticas dicen que entregar laptops a escolares que en muchos casos están desnutridos no servirá de mucho. Antes de darles laptops, deberían darles desayunos para que inicien el día con una mente alerta, dicen. Para otros no tiene sentido entregar laptops a millones de niños sin entrenar primero al docente sobre el uso para el aprendizaje.

Además, Internet introducirá pornografía, violencia y teorías conspirativas delirantes en millones de hogares de poca educación. La mayoría de los niños de clase media que entran en un sitio nazi de Internet, por ejemplo, tienen padres que pueden actuar como contrapesos culturales, y advertirles sobre el odio racial. ¿Pero qué ocurrirá con los niños con padres ausentes, o que no están culturalmente preparados para guiarlos?, preguntan los críticos.

Los partidarios replican que los programas gubernamentales para alimentar a los niños y los programas de entrega de laptops no son mutuamente excluyentes: se deberían hacer las dos cosas. Los defensores afirman que muchos países especializan a los docentes, aunque algunos gobiernos han sido demasiado rápidos para entregar las laptops y demasiado lentos para capacitar docentes. En cuanto a la pornografía, las laptops tienen filtros.

Lo más importante es que las laptops están estimulando la curiosidad de los niños, promoviendo el autoaprendizaje y obligando a los maestros a superarse para no quedarse atrás de sus estudiantes, dicen los defensores de estos programas.

Mi opinión: Los críticos hacen algunas objeciones válidas, pero la avalancha de laptops es una de las mejores cosas que están pasando en Latinoamérica. Es un shock tecnológico que sacudirá los anticuados sistemas escolares de la región, y sus poderosos sindicatos docentes, que constituyen uno de los principales motivos por los que la región se está quedando cada vez más atrás en la economía global.

"ESTE shock informático sacudirá la inercia docente y erosionará la convicción generalizada de que no se puede hacer nada para mejorar la calidad educativa latinoamericana."