La palabra "Argentina” proviene del latín "argentum”, que significa plata. Es el nombre oficial de nuestro país, República Argentina, y por elipsis del sustantivo República, suele decirse "la Argentina”.

En la época de conquista y colonización para referirse a la región del Río de la Plata, se utilizaron los nombres de Gobernación del Río de la Plata y Provincias del Río de la Plata. En 1776 el nombre del territorio se oficializó como Virreinato del Río de la Plata.

El nombre de Argentina, no se utilizó en los comienzos de la etapa de la Independencia, figurando el de Provincias del Río de la Plata para la Primera Junta; Provincias Unidas del Río de la Plata en 1811, y en la Asamblea de 1813; y Provincias Unidas de Sud América para el Congreso de 1816, aunque este Congreso empleó la variante Provincias Unidas de Sud América al sancionar la Constitución de 1819.

Durante el Gobierno de Juan Manuel de Rosas, se emplearon entre otros los nombres de Confederación Argentina, República de la Confederación Argentina y Federación Argentina.

Por su parte la Constitución de 1853 que fue sancionada por una Convención Constituyente reunida en Santa Fe, y promulgada el 1 de mayo de 1853 por Justo José de Urquiza, a la sazón Director Provisional de la Confederación, en nombre, precisamente, del pueblo de la Confederación Argentina, modificó el texto constitucional y cambió el término Confederación por Nación y Provincias Confederadas.

El 8 de octubre de 1860 en la ciudad de Paraná, el Presidente Santiago Derqui decretó que "siendo conveniente a este respecto establecer la uniformidad en los actos administrativos, el Gobierno ha venido a acordar, que para todos estos actos se use la denominación República Argentina”.

La latinización del nombre apareció recién en 1602 cuando Martín del Barco Centenera, poeta extremeño, miembro de la expedición de Juan Ortiz de Zarate, escribió un extenso poema de la historia del Río de la Plata.

Es un libro que está dividido en veintiocho cantos, que posee una importancia histórica debido a que se trata de una de las fuentes, que nos acercan visiones de la realidad social del territorio sudamericano. Con fecha del diez de mayo de 1601, escribe el autor:

"He escrito en estilo poco pulido y menos limado, este libro, a quien intitulo y nombro Argentina, tomado el nombre del sujeto principal, que es el Río de la Plata”.

Otra obra literaria con el mismo nombre pertenece a Ruy Díaz de Guzmán, a quien se lo reconoce como cronista de la Conquista por su obra, que constituye la "primera reflexión de la mente de un nativo, con una visión criolla, sutilmente americana”. Publicada en 1612, el autor realiza una crónica histórica sobre el territorio del Río de la Plata, su descubrimiento, primera fundación de Buenos Aires, y la fundación de la ciudad de Santa Fe.

Argentina, inmensa por donde se la mire, en la descripción de su fisonomía Domingo F. Sarmiento escribió "’la inmensidad por todas partes, inmensa la llanura, inmensos los bosques, inmensos los ríos, el horizonte siempre incierto, siempre confundiéndose con la tierra entre celajes y vapores tenues, que no dejan en la lejana perspectiva señalar el punto, en que el mundo acaba y principia el cielo”.

Argentina, el granero del mundo, el fin del mundo, una promesa, una esperanza.

(*) Filología Hispánica.