Según el estudio realizado por una organización no gubernamental, a partir de estadísticas oficiales y el seguimiento sobre el terreno con imágenes satelitales, la Amazonia brasileña perdió un total de 1206 kilómetros cuadrados de selvas protegidas en los dos últimos meses. El trabajo revelado ayer por el Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonia (Imazon), con sede en Río de Janeiro, documenta que la deforestación analizada durante los pasados meses de octubre y noviembre en el principal pulmón verde del planeta, supera en un 129% a la registrada entre agosto y noviembre de 2011, cuando desaparecieron 527 kilómetros cuadrados de selvas tropicales.

El investigador Heron Martins, responsable del equipo de trabajo de Imazon, ha señalado que una de las causas recurrentes de estos aumentos de la tasa de deforestación es la intensa actividad agropecuaria, que es alentada por el gobierno para alcanzar altas metas de competitividad para sostener un liderazgo exportador. También la política energética hace estragos en algunas zonas, ya que la organización denunciante comprobó que el desarrollo de grandes obras públicas contribuye a agravar la pérdida de cobertura vegetal.

En ese sentido, citó las la construcción de cinco presas hidroeléctricas que están en plena ejecución en diversas regiones de la Amazonia brasileña consideradas como reservas intocables. A estas depredaciones se suman las deficiencias de la fiscalización de la actividad de madereras ilegales, que hasta han se han visto beneficiadas con la construcción de rutas pavimentadas que penetran en la selva, en particular en el estado amazónico de Pará, que acaban facilitando el acceso de grupos que viven de la tala ilegal.