El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, pertenece a un ala de los socialdemócratas de ese país.

 

La invasión rusa de Ucrania ha sumido a Europa en una era de inseguridad, dijo Alemania el viernes, un día después de que el presidente ruso Vladimir Putin predijo una década "peligrosa” por delante. 

El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, que pertenece a un ala de los socialdemócratas alemanes que durante mucho tiempo abogó por estrechar los lazos económicos con Moscú, dijo que la invasión del 24 de febrero rompió esas esperanzas. 

"Cuando miramos a la Rusia de hoy, no hay lugar para los viejos sueños”, dijo Steinmeier, refiriéndose al sueño del expresidente soviético Mijail Gorbachov de un "hogar común europeo”. 

"También nos ha sumido en Alemania en otro tiempo, en una inseguridad que creíamos superada: un tiempo marcado por la guerra, la violencia y la huida, por la preocupación por la expansión de la guerra como un incendio por toda Europa”, afirmó. "Se avecinan años más duros, años difíciles”. 

Alemania, que se ha sumado a las sanciones europeas contra Rusia y el suministro de armas a Ucrania, ha registrado la llegada de más de un millón de refugiados ucranianos y ha advertido de la posible escasez de energía este invierno boreal tras los cortes en el suministro de gas ruso. 

Putin, en una conferencia en Moscú el jueves, restó importancia a la posibilidad de un enfrentamiento nuclear con Occidente, pero acusó a los líderes occidentales de incitar la guerra en Ucrania, que según él está justificada por el deseo expreso de Kiev de unirse a la OTAN. 

"El periodo histórico de dominio indiviso de Occidente sobre los asuntos mundiales está llegando a su fin”, dijo Putin. "Nos encontramos en una frontera histórica: por delante está probablemente la década más peligrosa, imprevisible y, al mismo tiempo, importante desde el final de la Segunda Guerra Mundial”. 

El líder ruso insistió en que la guerra de Moscú en Ucrania, que él denomina "operación militar especial”, se desarrolla según lo previsto, mientras ambas partes se preparan para una batalla clave en Jersón, en el sur de Ucrania. 

La región, una de las cuatro provincias parcialmente ocupadas que Rusia declaró anexionadas el mes pasado, controla tanto la única ruta terrestre hacia la península de Crimea -tomada por Rusia en 2014- como la desembocadura del río Dniéper, que divide a Ucrania. 

Sergey Aksyonov, el líder designado por Rusia en Crimea, indicó que se habían completado los trabajos para trasladar a los residentes que trataban de huir de Jersón a regiones rusas antes de una esperada contraofensiva ucraniana. 

Kiev acusa a Moscú de expulsar por la fuerza a algunas personas y reclutar a otras para luchar contra su voluntad. Su Estado Mayor dijo que continúa lo que calificó como evacuación rusa, con la retirada de equipos hospitalarios y comerciales y el despliegue de fuerzas rusas adicionales en las casas vacías. 

Aunque no ha sido posible verificar los informes sobre el campo de batalla.

 

Por Agencia Reuters