
Este mes se cumplen 200 años desde que finalizó la obra llamada Canal Pocito o "la acequia matriz en el Pocito”. Se trata de la obra que transformó el pedemonte de la sierras de La Rinconada hasta el actual "Médano de Oro” y la ciénaga de los Berros y desde el actual departamento de Rawson hasta la localidad de Carpintería, en las mejores tierras de ese momento para cultivos, viñedos y pastoreo.
Obra Pensada, proyectada y ejecutada, por esos eminentes políticos transcendentales en los albores de nuestra Patria. Ellos tuvieron su causa motivadora, su visión y la llevaron a cabo. Ninguno la disfrutó, ni pensaron en su provecho, sólo en el bien que realizaban.
El Gral. José de San Martín fue nombrado el 10 de agosto de 1814, gobernador intendente de Cuyo. El Libertador no sólo trazo el plan para traspasar las montañas formando el Ejército de los Andes, ni instando a la formación del Congreso de Tucumán con el General Pueyrredón, digitando en esta región los nombramientos a congresales de Tomás Godoy Cruz, Juan Agustín Maza, Fray Justo de Oro, Francisco N. de Laprida, sino que atendió como buen gobernante a la producción y generación de riquezas.
El Tte gobernador Dr. José Ignacio de la Roza, fue quien tuvo la idea de llevar el agua a las márgenes sur y norte del Río San Juan, y fue autorizado por San Martín, en noviembre de 1815, a sacar a remate la acequia que debía dar agua a los terrenos de Pocito y proceder en consecuencia a la venta de ellos. San Martín le prometió a De la Roza mandarle al chileno Don José Herrera, luego que concluyese otras obras que ya había comenzado en Mendoza en las obras hidráulicas que dio regadío a las tierras fiscales de Corocorto y los Barriales. Todo quedó suspendido por la Campaña Libertadora. Pasada ésta, el Gral. Toribio de Luzuriaga, a cargo de la gobernación de Cuyo, envió a fines de 1817, al experto quien haría el trazado y dirigiría la obra. En esa misma época llegan a San Juan los prisioneros de las batallas de Chacabuco y Coquimbo.
Herrera llegó a San Juan y se abocó inmediatamente al estudio de factibilidad y el trazado del canal para llevar agua a los terrenos de Pocito. El 23 de agosto de 1818 acordó los términos de su construcción con el Dr. De la Roza, con la correspondiente instrumentación. Al día siguiente, De La Roza envió a Luzuriaga un resumen de las cláusulas en él especificadas, y dado la complejidad de la obra, éste se reservó la aprobación del contrato a su regreso a San Juan.
El 26 de setiembre, luego de dos días de inspección, entre Luzuriaga, Herrera y destacados vecinos, se acordó un acta definitiva en el mismo lugar especificando entre otras cosas, el punto de ubicación de la Toma del Río y su trazado hasta Pocito, asegurándose en su recorrido por las toscas, pedregales, la mayor firmeza posible y seguridad.
Hay autores que afirman que el comienzo de la obra fue supervisada por Francisco N. de Laprida, como gobernador delegado, en ausencia de De la Roza.
La obra costeada por el Fisco más los privados, debía terminarse en un año pero terminó antes gracias a la mano de obra de los prisioneros realistas y a pesar de haber sido ejecutada en la época de mayores dificultades para el erario público. El Gobierno inició inmediatamente la venta de los terrenos de Pocito mediante pública subasta (se decía Almudena) ante la Aduana (hoy sería el Ministerio de Hacienda).Todos los autores concuerdan que los compradores de los terrenos que se ofrecían en subasta, fueron los más pudientes de la época. Según Hudson el primero que compró fue el Dr. De la Roza, para estimular a los demás capitalistas. Los otros que figuran en los antecedentes, desde Pocito a Carpintería, que hemos tenido acceso, son los Señores Don Tadeo Rojo, su hijo Don José Rudecindo Rojo, Don Francisco Yanzón, Don Ignacio José Sánchez, Don José María Echegaray, Don José Leandro Jofré, Don José Silva, Don Pedro e Don Hilario Gil, Don José Miguel Videla, y Don José Félix Aguilar.
Otro antecedente que pone a San Juan, una vez más como antecedente inédito e innovador de instituciones que hacen al bien público y de participación y costeo vecinal, es el Consorcio Vecinal de Regantes. Este fue organizado por Don Tadeo Rojo conjuntamente con los otros adquirentes, quienes costearon los canales y determinaron la distribución y riego con el agua que llegaba por la "acequia matriz”.
Por Tristán Ignacio Yanzón Sánchez
