El 17 de octubre de 1893, en el corazón del departamento Caucete, nacía una villa que se convertiría en parte fundamental de la historia sanjuanina: Villa Colón. Su fundador, José María De los Ríos, visionario y soñador, dejó una huella imborrable en esta tierra, él tenía un sueño: crear un espacio próspero y acogedor inspirado por la ciudad de La Plata, de cuando viajó allí en 1887 y decidió aplicar su diseño urbanístico en Villa Colón. Calles y diagonales se trazaron, y la villa comenzó a tomar forma. No solo creció en infraestructura, sino también en diversidad. Un crisol de razas se asentó en sus tierras: turcos, italianos, árabes, judíos, polacos, españoles en una primera ola de inmigración dejando su huella. Más tarde, chilenos, venezolanos, colombianos y senegaleses se sumaron al tejido social de la villa.

Juan Maurin y Justo Castro trajeron consigo la vitivinicultura, y Villa Colón se adaptó al ritmo de las vides siendo premiados sus vinos en Europa, Estados Unidos y en Santa Fe. Más de 50 bodegas acompañaron este momento de transformación. Los rubios trigales y molinos quedaron atrás, y las uvas se convirtieron en el nuevo símbolo de prosperidad. La rica actividad económica trajo aparejado que se instalaran en el lugar el Banco Italo Argentino y el Banco Nación.

En el centro de su diagonal principal, un busto de Domingo Faustino Sarmiento nos recuerda la importancia de la educación y la cultura, con la creación de la universidad popular, Escuela Normal Manuel Belgrano y EPET N 1 en su momento. Institutos de dactilografía, de corte y confección siendo famosa por ser la ciudad de las novias debido a la gran cantidad de academias y de los pianos por el Instituto de las Hermanas Cáceres. Contó con el semanario la Voz Del Este, numerosos clubes: Colón, Rivadavia, independencia, Belgrano, Liga caucetera de fútbol, banco de sangre, hospital Cesar Aguilar, Tiro Federal, Centro Impulso y Club de Polo. Años mas tarde con radios FM, diarios digitales y canales de televisión.

Es una ciudad siempre a la vanguardia, epicentro cultural de la región. Dos cines, hoteles, discotecas y pizzerías llenaban sus calles. A pesar de los avatares sísmicos que sacudieron la tierra, la villa supo levantarse una y otra vez, como un fénix resiliente. Mas tarde llegaron institutos privados de inglés, jardines de nivel inicial, colegio parroquial. Es que la villa Colon o Ciudad de Caucete no deja de crecer y evolucionar como espacio comercial y cultural vital en el este sanjuanino. Sus habitantes, un mosaico de culturas, siguen escribiendo su historia.

Que estos 131 años de vida sean solo el comienzo de un futuro promisorio para esta tierra que sigue latiendo con nuevas actividades económicas como el turismo, siga recibiendo a personas de todo el mundo y brindándoles un lugar en su corazón.

Caucete fue siempre un solar cultural en constante evolución bajo la luz protectora de su Santo Patrono Cristo Rey, y continúa siéndolo cada día, cada nuevo amanecer cuando el sol aparece tras el Pie de Palo, cuando suena la sirena de la Bodega Esmeralda, o el tren se anuncia para cruzar la Diagonal Sarmiento.

Por Miriam Fonseca
Escritora