El comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, controlado por los republicanos, aprobó una enmienda destinada a eliminar todos los aportes estadounidenses a la OEA (u$s 48 millones anuales), alegando que la institución se ha convertido en una herramienta de Venezuela y Cuba. La medida fue aprobada por 22 votos contra 20 de los demócratas. Otras iniciativas de la enmienda, incluyen la eliminación de la ayuda estadounidense para Argentina, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia.

Es difícil que estas medidas sean aprobadas por el Senado, controlado por los demócratas, pero ha desencadenado un feroz debate sobre la OEA en Washington.

Connie Mack, republicano de línea dura de la Florida y presidente del Subcomité para el Hemisferio Occidental, dice que "la OEA se ha convertido en una organización antidemocrática y desestabilizante en Latinoamérica” y Eliot Engel, demócrata por Nueva York que lidera el bloque de su partido en el Subcomité de Asuntos del Hemisferio Occidental, me dijo que la enmienda sobre la OEA refleja un "aislacionismo tonto”. "Perjudicará la política estadounidense, perjudicará nuestra posición en la región”, y agregó que Washington no tiene presencia en otras instituciones regionales.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, me dijo que el hecho de que la OEA sea criticada tanto por la izquierda radical en América latina como por la derecha extrema en el Congreso estadounidense demuestra que "los extremos se encuentran”. Y agregó: "Nosotros estamos en el centro, y buscamos conciliar al conjunto de los países de la región”.

La gestión de Insulza al frente de la OEA también está siendo atacada por otros sectores en Washington, incluyendo los defensores de los derechos humanos. Estos grupos dicen que Insulza está tratando de debilitar la semiindependiente Comisión de Derechos Humanos de la OEA, que -junto con la Corte de Derechos Humanos de la OEA- es el brazo más efectivo y prestigioso de la organización.

No todo lo que se aprobó en la Cámara es un disparate. Para darle crédito, lanzó una propuesta bipartidista que pide al Departamento de Estado abrir embajadas en cinco pequeños países del Caribe: Antigua y Barbuda, Dominica, Santa Lucía, St. Kitts y Nevis, y St. Vincent y las Granadinas, donde EEUU no tiene misión diplomática. Dice que cinco de los más de los 800 diplomáticos de EEUU en Afganistán e Irak abrirían misiones unipersonales en esos países caribeños cuando terminen sus misiones, sin costo alguno para los contribuyentes.

Mi opinión: Los republicanos del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, presidido por la representante Ileana Ros-Lehtinen, de la Florida, perdieron la cabeza cuando aprobaron cortarle los fondos a la OEA. La OEA es destino de políticos desplazados y embajadores cercanos al retiro, pero es uno de los pocos lugares donde Washington puede reunirse con la mayoría de los países de la región, tanto amigos como enemigos. En un momento en el que China aumenta su presencia en la región y la Unión Europea ha creado la Comunidad Iberoamericana de Naciones para dialogar con Latinoamérica sin la presencia de EEUU, retirarse de la OEA no tiene ningún sentido para Washington.