Señor director:

Se ha hecho común que ante cada protesta sectorial, muchos inadaptados ensucien el mobiliario público como la propiedad privada. Los graffittis en bancos de plazas como en monumentos, estatuas, paredes, portones y demás hacen de estas manifestaciones que sean repudiadas por la gran mayoría de los ciudadanos. Todos tenemos derechos a protestar para que nuestros gobernantes y legisladores escuchen la voz del pueblo y trabajen para mejorar la calidad de vida de la población. Pero de ahí a hacer daño y ejercer violencia contra la propiedad pública como privada, no tiene ninguna justificación. Es de esperar que las autoridades identifiquen a quienes hacen estos daños y sean llevados ante la Justicia para que sean juzgados y reciban las sanciones correspondientes.

Aureliano Camargo
DNI 6.218.473