Señor director:
Distintas localidades en nuestro país sufren las consecuencias de tormentas devastadoras por causa de lluvias y crecientes que arrasan con todo. Durante los últimos días en San Juan, sucedió que en Jáchal, la fuerza del agua afectó a distintas familias y cortó la ruta que une Huaco con Guandacol, en La Rioja. En Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, las lluvias y correntadas dejaron hasta el momento 16 víctimas fatales y la ciudad destruida.
Esta situación nos debe llevar a la reflección. Cuántas décadas de desidia desde los ámbitos políticos, que nunca hicieron en todo el país, las suficientes obras de infraestructura para evitar que estas crecientes devastaran localidades y ciudades. Por tal motivo, los funcionarios actuales, sumando a los legisladores nacionales y de cada provincia deben trabajar de una vez por todas por el bien común de todos los argentinos. Deben dejar las vergonzosas y egoístas peleas políticas para promover obras de ingeniería en cada provincia con el fin de prevenir este tipo de tragedias y canalizar el agua de las crecientes para ser tratadas y utilizadas para riego, al menos en zonas desérticas como tiene San Juan.
Marcelino Azcurra
DNI 8.290.657

