Señor director:
Quiero llegar a los lectores de DIARIO DE CUYO con unas líneas dedicadas a un lugar muy especial como es la localidad de Barreal, en Calingasta. Sin programarlo, me voy a él, pues necesito, volcar lo que siento, lo que deseo compartir con seres, que creo, necesitan como yo: alejarnos del ruido material, para descifrar, el susurro de la brisa, la algarabía del agua por la acequia, el suspiro de las plantas agradecidas, el gorjeo de los pájaros…lo diáfano del ambiente. Todo ello, en este rincón barrealino, nos inunda el alma! nos transmite paz, serenidad …¿cómo no agradecer? Todo regalo del cielo! (nada de esto se compra y nos hace feliz!)
Beatriz del Alba

