Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, compareció ante el juez, pero se negó a responder a las preguntas sobre las acusaciones de corrupción y tráfico de influencias en un caso que llevó a su marido a plantearse su dimisión en abril. La comparecencia en Madrid forma parte de una investigación preliminar sobre si Gómez utilizó su posición como esposa del primer ministro para conseguir patrocinadores para un máster universitario que ella dirigía. “Este procedimiento carece de objeto alguno en este momento”, dijo a la prensa su abogado y exministro del Interior, Antonio Camacho, después de que Gómez abandonara el tribunal.

A finales de abril, Sánchez se tomó un descanso de cinco días en sus funciones para sopesar si dimitía después de que el tribunal abriera la investigación, pero finalmente decidió quedarse. El caso se inició a través de un instrumento jurídico español único, la “acusación popular”, que permite a particulares presentar querellas criminales contra terceros. Los jueces pueden decidir si actúan o no, y no todas las acusaciones han dado lugar a una investigación judicial. La denuncia contra Gómez fue presentada por Manos Limpias, una asociación anticorrupción.

Por Inti Landauro 
Agencia Reuters