Detrás de la aparición de los denominados “Reyes Magos”, en la Biblia, se conde un sin fin de congeturas que no se han aclarado de manera veraz hasta la actualidad. hay autores que hablan en base a supuestos. Otros que afirman que es una leyenda; está aquellos que hablan que no eran tres, sino varios más, con números diversos.

Lo concreto es que muchas historias navideñas mencionan a los tres reyes que siguen una estrella para adorar al niño Jesús en Belén. En la Biblia, no los denominan reyes ni se especifica cuántos son, sino que solo se dice que son “sabios de Oriente”. En los siglos transcurridos desde entonces, los tres magos han sido interpretados como reyes.

Según el Evangelio de Mateo, una brillante estrella guio a los magos desde Oriente hasta detenerse “sobre el lugar donde se encontraba el niño” y “al entrar a la casa, vieron al niño con María, su madre” (Mateo 1:24).

Los magos se arrodillaron ante el niño Jesús y “le ofrecieron presentes de oro, incienso y mirra”. Es posible que sus regalos sean una alusión a la visión de Isaías de las naciones que rendían tributo a Jerusalén: “Multitud de camellos te cubrirá; dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas de Jehová” (Mateo 2:11, Isaías 60:6).

El rey Herodes había oído rumores del nacimiento de un nuevo “rey” y, celoso, buscó al bebé. En el Evangelio de Mateo, los tres magos se detuvieron en el palacio de Herodes de camino a Belén y el rey les pidió que le hicieran saber dónde estaba este niño recién nacido, para “poder ir a adorarlo”. Pero, en un sueño, se advirtió a los Reyes Magos de que no regresaran con Herodes, de forma que “se volvieron a su tierra por otro camino” y nunca se volvió a hablar de ellos (Mateo 2:12).

Quiénes eran los Reyes Magos y cuáles fueron sus regalos
Las narraciones posteriores de la historia identificaron los nombres de los magos, así como sus tierras de origen: Melchor de Persia, Gaspar (también llamado Caspar y Jaspar) de la India y Baltasar de Arabia. Sus presentes también tenían significados simbólicos especiales: el oro representaba la condición de Jesús de “rey de los judíos”; el incienso, la divinidad del niño y su identidad como Hijo de Dios; y la mirra se refería a la mortalidad de Jesús.

Las representaciones populares de la Navidad parecen comprimir la historia de la Natividad para hacer que parezca que los tres Reyes Magos se presentaron en Belén en Navidad, pero las celebraciones tradicionales sitúan su visita 12 días después de Navidad. La conmemoración oficial de la llegada de los Magos, denominada Epifanía o Día de Reyes, es una de las festividades cristianas más antiguas. Los católicos romanos celebran la Epifanía el 6 de enero, mientras que la fe cristiana ortodoxa la celebran el 19 de enero.

Por José Correa
DIARIO DE CUYO