Señor director:

En calle Dorrego, frente a la plazoleta San Juan Pablo II, del Barrio Aramburu, en Rivadavia, se cayeron un par de álamos secos sobre cables. Esto trajo aparejado una serie de problemas para varios vecinos. Pero también, se trata de una zona donde hay muchos árboles secos y/o enfermos que no sabemos si fueron relevados por las autoridades municipales o provinciales con esos diagnósticos. Quizás nunca pasaron, porque no se hizo nada al respecto. El mal estado del arbolado público en general es crónico y pese a que avanza un problema climático global, en la provincia se hace poco y nada por reforestar el territorio. Es de esperar que retiren estos árboles caídos, se reparen las conexiones dañadas y se tome más enserio que San Juan necesita una fuerte campaña de reforestación.