Debemos tener la hidalguía de decir la verdad de todo este tumulto que ha dado vergüenza internacional. En muchas naciones no pueden creer que estamos viviendo en pleno Buenos Aires, con la turba iracunda que se apodera de un país civilizado y democrático. Peor aún, cuando la mafia que manipula a los revoltosos patoteros, vistos en todos los canales televisivos pertenecen a un gobierno que fue vencido en elecciones libres, por haber socavado la economía de la república, dejándola económicamente “desnuda”.

Sabemos fehacientemente que a estos delincuentes disfrazados de políticos, no les importa en lo más mínimo la situación que se trataba, relacionada a los adultos mayores. Al ver fortalecido el gobierno de Mauricio Macri, a quien el pueblo respaldó en los pasados comicios legislativos, sobran los intentos golpistas para desplazarlo. El pasado jueves 14 de diciembre, la furia llegó a los extremos de querer tomar el Congreso Nacional. La actitud fue clara y contundente. Agradecemos a Gendarmería Nacional, su eficiente intervención.

De alguna manera, esos jefes políticos como Leopoldo Moreau y Máximo Kirchner, junto a sus seguidores, se aprovechan y hacen uso de los fueros apropiados para no caer en la Justicia. Los vimos como vulgares patoteros disfrazados de diputados.

Estos disturbios provocados por el kirchnerismo y la izquierda aliada, sólo les sirven para seguir “cuesta abajo en mi rodada”. El pueblo argentino es inteligente y no se dejará amedrentar. Jamás volverán a sentir las dulzuras del poder, porque estamos hartos de su corrupción.

Un mensaje a Máximo Kirchner, ¿no recuerda que su madre vetó el 82% móvil de los jubilados?