Señor director:
Las palabras retacean su fuerza al momento de recordar que un año atrás, cinco hermosos jóvenes rosarinos rodando su alegría, disfrutando un presente de triunfos personales y profesionales y seguramente proyectando fantasías al futuro, fueran avasallados por la barbarie de un loco monstruoso, que cercenara de un golpe tanta belleza y perfección. El hecho a que hago referencia es el atentado acontecido en la ciudad de Nueva York, donde cinco hijos de nuestra tierra perdieron su vida en un acto incomprensible lleno de odio y violencia en contra de un grupo de personas que amaban la vida y hacían todo lo posible por disfrutar de ella.
Hoy no sería justo dejar de verter nuestro masivo recuerdo a esos hijos queridos, hermanos amados, esposos, padres, profesionales, que transitaran su juventud por el legendario Politécnico compartiendo con nuestros hijos la bella aventura de crecer estudiando.
Hernán Ferruchi, Alejandro Pagnucco, Ariel Erlij, Hernán Mendoza, Diego Angelini, por ustedes, por el futuro, por sus propios hijos, les decimos al mundo que repudiamos la violencia en todas sus formas. Y que el ser humano solo podrá alcanzar en el tiempo un destino de grandeza si es la Paz la que está al frente del camino.
