Señor director:

Soy de Mendoza, pero actualmente resido en España. Diariamente leo vuestro periódico. Me asombra enormemente el Vía Crucis de los niños de Trinidad, y me causa mucha pena. ¿Es necesario que pequeños interpreten lo más triste en la vida de Jesús?, habiendo escenas hermosas, plenas de vida. No creo que con estos pasajes formemos niños felices. Ya tendrán a lo largo de sus vidas momentos de dolor. Recomiendo que para las próximas celebraciones de Semana Santa, interpreten escenas con menos dolor, ya que los actores son niños y debemos educarlos con amor y alegría; con mucha fe, esperanza y caridad.