Señor director:
Comienzan los Juegos Olímpicos Japón 2021, en medio de la incertidumbre por la pandemia del covid-19. Estos juegos esperamos que se vean, a modo de aprendizaje, los valores morales que ofrecen los deportistas, como el de compañerismo, solidaridad, amistad, respeto y sobre todo amor. Sí, amor por el prójimo. Es que los Juegos Olímpicos nacieron con el fin de confraternizar entre los seres humanos, de distintos credos, razas y culturas. Todos bajo la bandera de la hermandad. Una muestra de estos valores que tanto se pregonan y poco se hace ocurrió en este mes de julio, durante la final de la Copa América de Fútbol. Para la gran mayoría de los televidentes del planeta, lo mejor no fue el partido, sino las actitudes de algunos jugadores referentes de ambas selecciones. Por un lado Lionel Messi, capitán de la Selección argentina y Neymar Junior, capitán de Brasil. Al finalizar el partido, ambos se dieron un interminable abrazo fraterno. Cada uno jugó por los intereses de sus selecciones que era ganar el partido y la copa. Lo mismo que luego de retirarse del campo de juego, ambos jugadores con otros compañeros charlaban amigablemente. Esas imágenes demostraron los valores de amistad, respeto, compañerismo y el saber aceptar el resultado de un partido de fútbol. Un gran ejemplo que debemos poner en práctica y enseñar en los clubes y en nuestros hogares, para quitarle dramatismo a cualquier situación en que los niños puedan sentirse presionados. Ojalá podamos ver gestos así en los Juegos Olímpicos de Japón.
