Señor director:
La muerte del doctor Mauricio Díaz nos entristece a muchos, porque nos priva de seguir contando, en ámbitos de salud pública, con un profesional de jerarquía que supo desempeñarse correctamente tanto en la órbita privada, particular, como en la estatal.
Al momento de su deceso, mucha gente se solidarizó con sus familiares destacando su intachable comportamiento y su forma de tratar a los pacientes cuando sus funciones públicas se lo permitían.
Mucha gente fue a despedirlo durante el velatorio, expresando el cariño y el reconocimiento a este médico que supo ganarse el corazón de todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo.
Un adiós sincero para este hombre que supo ganarse un lugar de privilegio.
Alberto Pérez DNI 12.324.562
