
Comienza el nuevo año 2018, tan esperado por la mayoría de los ciudadanos argentinos debido que el 2017 ha sido calamitoso por las violencias orquestadas por la militancia de un gobierno nefasto comandado por destituyentes que anhelan el poder perdido.
Acá es donde aparece la impronta del gobierno actual, abocado a reformar controversias y encaminar democráticamente este “nuevo mundo” que nació a fines de 2015. Es ahí donde ataca la malaria K. No se esconden ni tienen vergüenza, motivados por destruir todo lo que le viene en gana con la clara intención de enviar el mensaje intimidando a la sociedad que acepta y protege a “Cambiemos”.
Nos enteramos que delincuentes quemaron carpas en Mar del Plata. Es un claro mensaje a la gobernadora Vidal que hace pocos días inauguró la temporada estival. También nos enteramos del paro que realizan “los maleteros” de Aerolíneas Argentinas sin importarles que la maldad afecta severamente a los usuarios, más aún en esta época que se aprovechan pocos días de vacaciones. Es evidente que tampoco tuvieron en cuenta que son los que contribuyen a pagarles el sueldo.
Si nos ponemos a enumerar las calamidades que cometen estos delincuentes, nos daremos cuenta que hace falta la intervención judicial y que cumpla el rol que le ha sido conferido para poner fin, de una buena vez, la maldad enquistada que cada día perjudica a la sociedad común. También es justo observar que en la empresa aérea subsiste el personal de “La Campora”. Es justo que el gobierno tome urgentes medidas tendientes a erradicar estos “delitos”. Tener a los pasajeros padeciendo durante horas una situación de “maltrato físico y moral” merece la intervención judicial porque raya en el delito, perpetrado por delincuentes. Basta de pérdidas de tiempo llamando a conciliación obligatoria, etc., no sirve de nada. Sin embargo deberían los legisladores independientes elaborar urgentemente una ley que corrija estas deplorables situaciones jamás vistas en otro país.
