Señor director:
El 28 de agosto de 1963 fue un día ícono para los derechos humanos. En los alrededores del Lincoln Memorial, el epicentro de la Marcha de Washington por el trabajo y la libertad, fue una manifestación histórica que reclamaba por los derechos civiles de la población negra de Estados Unidos. Asistieron unas 250 mil personas que llegaron de todos los rincones del país por tren, micro y avión.
La marcha tenía por objetivo visibilizar los problemas que aquejaban a las minorías raciales de EEUU, desde discriminaciones laborales hasta abusos por parte de la policía.
En línea con ese objetivo, los dirigentes sindicales y políticos que organizaron la marcha también expusieron su apoyo para la Ley de Derechos Civiles, que el gobierno de Kennedy buscaba que el Congreso aprobara. Ese día, Martin Luther King pronunció su emblemático discurso, "Tengo un sueño", tal vez el más importante del siglo XX. Originalmente, al emblemático dirigente de derechos humanos le habían asignado 4 minutos para hablar: terminó extendiéndose por 16, en una exposición que se ha convertido en una suerte de himno para los oprimidos de todas partes del mundo. "Tengo un sueño: que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo. Nosotros sostenemos como evidente esta verdad: todos los hombres son creados iguales", afirmó King, quien eventualmente sería asesinado por un supremacista blanco en 1968.
Marcelo Aldana
DNI 10.892.683
