Señor director:

Al llegar a Nueva York, nos asombramos de muchas cosas. Las calles y paseos están llenos de envases vacíos. Allí quedan hasta que el barrendero o la máquina los recoge. Entonces nos preguntamos ¿son más limpios los neoyorquinos que nosotros? En ese país, las bebidas refrescantes vienen en latas de aluminio. Son casi 11 millones de personas que diariamente vienen a Manhattan y a la tarde se van. Aquí tendríamos miles de latas tiradas por todos lados. Allá no es así porque grupos de personas las recogen y las entregan en supermercados que les acreditan cinco centavos por envase.

Mi reflexión sobre el tema es que si aquí en nuestro país y provincia, el consumidor, al devolver el envase, recibiera un cierto monto de dinero, no habría tantas botellas tiradas por las calles.

 

Nelson Freyre   DNI 12.767.422