
Desde la década de 1940 y parte de la del 50, mi padre: José Mazuelos, fotógrafo de vocación y reportero gráfico de "Diario Tribuna” buscó en todo el paisaje, tanto urbano como de campo, y en casi todos los departamentos de la San Juan, una foto en donde el arte fotográfico se plasmara, fuera digno de contemplación y conjugara las exigencias del artista. El Parque de Mayo, único paseo grande y de singular belleza, muchas veces fue motivo de búsqueda del detalle que la foto necesitaba, es por ello que lo fotografió en muchas ocasiones. Es de destacar el patrimonio que hoy significa la fotografía que refleja todos los rincones del parque de esos tiempos. Desde los varios copones blancos, por cierto arte europeo, como las artísticos y bien necesarios palomares, casa de cientos de palomas que habitaban este Parque, y era parte de los entretenimientos de niños y mayores. El mirador, una especie de torre cilíndrica que permitía a los niños observar desde arriba los jardines del parque. El sector del parque infantil, con arcos de cemento y bancos; muchas farolas, distintos al resto del interior del parque, el lago con su "pequeño murallón circundando toda la dimensión para resguardo de la gente. La Isla, lugar de encuentros, bailes y diversión de muchas parejas y gente joven que se reunía a pasar un momento distinto. Los patos del lago, una población que reunía a varias especies. Los botes con tracción a pedal. Las glorietas, que en época de primavera se llenaban de flores, como rosas trepadoras o glicinas. Los surtidores al ras del piso y sobre base de cemento, donde había que agacharse para beber agua. Las singulares acequias en bombé donde el agua siempre desbordaba, las calles bien cuidadas y limpias. Sus arboledas, con mucha variedad de especies y flores en distintas épocas del año. Como no recordar todas las actividades culturales, como por ejemplo el carrusel de la Fiesta de la Vendimia de los años 40, fechas patrias o fiestas cívicas. Encuentros religiosos; jóvenes de la JAC, desfiles tradicionales con gauchos a caballo. Este parque sirvió para las actividades deportivas, automovilismo, motociclismo y ciclismo, ingresando por la calle principal hacia el interior, totalmente fotografiadas. También fotografió la estatua de Salvador María del Carril, que estaba a la entrada del parque, como así fotografió al hotel, (en construcción en esos años.) Eva Perón, hoy Legislatura. La periferia de lo que hacía y que era parte del Parque, el velódromo del estadio, con calles de ripio, en donde hacían tiempo los gauchos, los carruajes de algún acto en el día de la tradición. Los monumentos y estatuas, sobre todo la del Libertador General San Martín, tomada de distintos ángulos y momentos., etc.
Consulté a 6 sanjuaninos de 80 años en adelante y ninguno tiene registrado en sus ojos a los portones del Parque de Mayo”. Pero, hay un pequeño gran detalle, ¿y los portones…?, no aparecen en los muchos registros fotográficos que mi padre plasmó en el celuloide. Se ha creado todo un mito sobre este tema. A mi criterio, se los inventa hasta compararlos con los portones del Parque de Mendoza, y lejos está pensar que sería así.
Por Leopoldo Mazuelos Corts
DNI 5.543.809
Foto: José Mazuelos
