Señor director:

El papa Francisco, en audiencia general, ha explicado por qué hay que ir a Misa los domingos, reconociendo que muchos se preguntan el motivo. El Papa dijo que “desde el inicio, los discípulos han celebrado este día porque en él resucitó el Señor y recibimos el don de Espíritu Santo”, y que “la Eucaristía dominical da sentido a toda la semana y nos recuerda también, con el descanso de nuestras ocupaciones, que no somos esclavos sino hijos de un Padre que nos invita constantemente a poner la esperanza en Él”.

El Santo Padre reconoció que “para muchos, la Misa del domingo ha perdido sentido. Piensan que basta ser buenos y amarse. Pero no es posible sin la ayuda del Señor”. Afirmó que, además, “la Misa es también prefiguración del banquete eterno al que somos llamados”.

Tal vez hace años se podía contestar a los que no asisten a Misa los domingos que un católico pertenece a una institución, la Iglesia Católica, y que como toda institución tiene derecho a establecer sus preceptos. Uno de ellos es el Mandamiento de la Iglesia de asistir a Misa los domingos y días de precepto. Pero este argumento es rechazado por muchos, porque la palabra “precepto” también se rechaza, aunque simultáneamente se acepte para pertenecer a asociaciones de diversa índole, colegios profesionales o incluso uso de playas y piscinas, por poner algunos ejemplos.