Señor director:

En el preciso momento que nuestra Iglesia sanjuanina afronta uno de los casos más tristes, al haberse denunciado a un sacerdote de abuso sexual, en la localidad de González Catán, en el Partido de La Matanza, provincia de Buenos Aires, la comunidad del lugar acaba de recordar un nuevo aniversario del Padre Mario Pantaleo, quien supo ganarse a esa comunidad en base a un trabajo permanente y sus dotes de cura sanador que Dios le concedió para ayudar a mucha gente.
Dos caras de una misma moneda, dentro del ámbito eclesiástico.

El Padre Mario fue ejemplo de trabajo, voluntad y dedicación a servir a los demás. Creó escuelas, fundó albergues, una casa para personas de la Tercera Edad y llevó esperanza a una de las comunidades más postergadas del conurbano bonaerense.

Ojalá que este mal momento pase y todos los sacerdotes puedan seguir los pasos del Padre Mario, ya que a todos ellos los mueve la misma vocación de ayudar y hacer el bien a la gente. Esperemos que así sea.