
La noticia recorre el mundo. Insólito: cuando cada vez más todos los organismos internacionales ponderan la bondad de la educación "inclusiva”, nos encontramos con este nuevo retroceso: en Afganistán no hay universidades para mujeres. Si a principios de año se permitía a las jóvenes asistir a las aulas de las universidades privadas, aunque separadas de sus compañeros varones, desde el 21 de diciembre de 2022 el Gobierno de Afganistán ha interrumpido "hasta nueva orden” el acceso de las mujeres a todas las universidades, tanto privadas como públicas en el país.
Así se supo de una nota del Ministerio de Educación Superior en Kabul vista por la emisora local Amu y confirmada a la emisora local Tolo News por el portavoz del ministerio, Hafez Ziaullah Hashemi.
La vida de las mujeres es cada día más difícil desde que los talibanes tomaron el poder en agosto de 2021. La educación de las niñas estaba prohibida después de la escuela primaria, de los 6 a los 12 años. Y las universidades públicas prohibían el acceso al mundo femenino.
De regreso al poder, los talibanes prometieron ser más flexibles, pero en realidad han vuelto en gran medida a la interpretación estricta del Islam que había marcado su primer período en el poder, entre 1996 y 2001.
El Ministro de Educación Superior, Neda Mohammad Nadim, ex gobernador y comandante militar, además de religioso de línea dura, fue nombrado director de la Universidad en octubre pasado e inmediatamente expresó su firme oposición a la educación de las jóvenes, calificándola de antiislámica y contraria a los valores afganos. Por esta razón, la decisión comunicada recientemente lamentablemente no es una sorpresa.
Desde su llegada al poder, los talibanes, después de impedir efectivamente que las mujeres trabajaran, ordenaron el cierre de las escuelas de niñas en marzo pasado, a la espera de nuevas directivas de acuerdo con la ley islámica. Directivas nunca emitidas, sin mencionar el hecho de que sin haber asistido a la escuela secundaria, de hecho, es imposible ingresar a la universidad. El 7 de mayo, sin embargo, llegó el decreto del líder supremo de los talibanes, Haibatullah Akhunzada, que impuso el velo integral, que debe dejar solo los ojos descubiertos -cuando no se trata del burka, que también los cubre- cuando una mujer está fuera de su casa.
Por el Pbro. Dr. José Juan García
Vicerrector Universidad Católica de Cuyo
