Señor director:
El ostracismo al que ha condenado Nicolás Maduro a Venezuela ha hundido, aún más, a su pueblo. A la grave crisis y escasez se suma ahora su expulsión del Mercosur. Un mercado común con Brasil y Argentina como pilares. Pero del que Venezuela no quiere asumir sus reglamentos. Maduro ataca el capitalismo y rechaza modificar su fracasada economía bolivariana.
Eso no es todo. Al insultar al presidente argentino Mauricio Macri, elegido por el voto popular en elecciones libres y soberanas, también ha insultado, y por ende faltado el respeto a todos los argentinos, sin distinción de banderías políticas.
Es de esperar que todo el pueblo argentino y el arco político nacional repudien esta ofensa a nuestro país y su máxima autoridad.
