Señor director:

Ver un paseo público refaccionado, con pisos nuevos, juegos infantiles a nuevo, iluminación, acequias, entre arreglos, es una alegría poder disfrutarlos. Sin embargo, cuando esos paseos públicos a pocos días de arreglados se ven con farolas rotas, juegos de los niños destruidos, estamos hablando de delincuentes. Puedo mencionar plazas ubicadas en Rivadavia como la San Juan Pablo II o bien la plaza de Desamparados, restauradas a nuevo, como en otros lugares de Capital, por ejemplo. Esto sucede en distintos lugares del Gran San Juan. Los adultos responsables, cuando miramos eso, reflexionamos y vemos que es el dinero de nuestros impuestos con el que se hicieron las obras. Pero hay gente que no le interesa, que son antisociales. Personas que no están capacitadas para compartir con sus semejantes los inmuebles que nos pertenecen a todos los ciudadanos. Y cuando son niños o adolescentes los que producen esos daños, deberían ser los padres o tutores quienes respondan ante la ley. Es entonces que se debe ejercer plena autoridad por parte de la Justicia y su auxiliar, que es la Policía. Necesitamos que muchas leyes de Faltas pasen al fuero Penal. Que la justicia pueda ejercerse con esta clase de personas que son conscientes del daño que hacen.

Ignacio Ortega   DNI 13.856.943