Quinientos años antes de Cristo, es decir 25 siglos atrás, se escribieron reglas básicas de estrategia que no han cambiado mucho hasta ahora. El sabio Sun Tzu enseñaba que no se debe enfrentar a más de un enemigo a la vez. En caso de haberlos, sugería hacer la paz con el primero, aliarse con el segundo y atacar al tercero. Pero era una época en que los adversarios estaban a la vista e identificados hasta geográficamente, no como ahora en que el mundo es infinitamente más complejo resultado de la apertura de los mercados y de la difusión de las ideas a la velocidad de la luz con la internet.
Puede que ahora haya más de tres adversarios y algunos de ellos sin rostro. De todos modos, vale el recuerdo porque Macri, como todo gobernante, deberá ser cuidadoso y tener presentes tanto a los sindicatos, que ejercen un poder estable, a las entidades empresarias, mucho más débiles que en el pasado, al papa Francisco que parece dispuesto a ser activo en la vida local, los dispersos miembros de la oposición, la izquierda interesada en mostrarlo como un dictador, al kirchnerismo residual que llama a la “resistencia”, a los grupos sociales acostumbrados a recibir asistencia económica del Estado y también a cierta anarquía de sus aliados.
Justamente esta semana y luego de algunas vacilaciones que aparentemente el Gobierno Nacional tuvo en los primeros meses, la aplicación de aquella vieja lógica del chino volvió a dar resultados: en un movimiento táctico imprescindible, el Gobierno logró sentar en la misma mesa a dos factores de poder que posiblemente no tengan muchos votos pero sin los cuales el día a día puede tornarse muy incómodo: los gremios de la CGT y los industriales en representación del sector empresario. El “tema” del bono de dos mil pesos para fin de año a esta altura se muestra más como una excusa que otra cosa.
Esta simulación de que fueron los sindicatos los que “arrancaron” al Ejecutivo la decisión de sugerir mediante un documento político el pago del modesto bono, ha sido una forma de mostrar a los dirigentes como interlocutores válidos en el campo social, quitándose de encima a los sectores más duros y menos responsables. Por otra parte, los industriales, ciertamente los más vulnerables a las política de apertura de las importaciones, es lógico que estén presentes para garantizar que el nuevo sesgo no tenga carácter indiscriminado o más bien que sea gradual o incluya una baja de los costos internos no asociados directamente a las manufacturas (impuestos, fletes, etc.). La tercera pata, la Iglesia, pondrá en la mesa la sabiduría y paciencia de los prelados, reconocida históricamente y con experiencia reciente luego de la crisis de 2002. Dos frentes neutralizados por lo menos durante los próximos meses lo cual no es poco en momentos de recesión y caída fuerte del consumo con 32,2% de pobres y casi 1,7 millones de indigentes.
Otra gestión que fue exitosa en el campo de relaciones fue la visita a Francisco, quien mantiene teléfono abierto con muchos dirigentes muy influyentes y posee una densidad moral suficiente para ayudar con eficiencia a suturar heridas o cerrar conflictos. Uno pudo haber sido un paro general que, dadas las condiciones de caída de puestos de trabajo todavía con alta inflación y demora en aparición de los “brotes verdes”, podría haber adquirido tamaño y carácter peligrosos hasta para la continuidad institucional.
La oposición política tanto en el Congreso como en las provincias no se ha sentido atacada al punto que algunos gobernadores, como el salteño Urtubey o hasta el mismo Uñac en San Juan, no tienen reparos en admitir su buena relación y reciben tanto visitas como gestos elocuentes en ese sentido.
En el Parlamento, el espíritu de negociación ha cambiado radicalmente y hasta los legisladores del PJ parecen sentirse más cómodos y satisfechos en el trato que con Cristina. Hasta ahora no han puesto obstáculos insalvables para las leyes más importantes aunque falta ver cómo resulta el debate por la Ley de Presupuesto. El frente externo, fuente habitual de inestabilidad para nuestro país, es lo primero que se arregló en una rápida negociación con los acreedores al punto que si uno hace la cuenta del dinero que salió versus el que entró, el balance es altamente positivo, de lo cual es muestra que se hayan vuelto a superar los 40 mil millones de dólares de reservas, casi 20 mil más de lo que dejó CFK. A la par, el restablecimiento de relaciones con los amigos tradicionales del Occidente capitalista y la previsible caída en desgracia de los socios anteriores, la Venezuela de Chávez, el Brasil de Dilma, Irán, Rusia, han cerrado también una fuente potencial de problemas.
En la alianza Cambiemos ha habido algunas expresiones discordantes como las de Elisa Carrió, las cuales deben tomarse, primero, como propias de la personalidad de la diputada y luego como la exposición de que predomina una cultura muy distinta a la que prevaleció durante 12 años en que todo el que no obedecía iba a la hoguera, como ocurrió con el ex Procurador Esteban Righi.
En el Poder Judicial, que ya había dado señales claras de independencia al menos desde las resoluciones del más alto nivel, la Suprema Corte tiende a profundizar su papel de equilibrio del sistema, si bien no ha tenido a la vista ningún problema serio sobre el cual resolver hasta ahora.
Resumiendo, cumplido un año de aquel 34,15% u 8,6 millones de votos que exigieron la llegada a la segunda vuelta electoral y posterior triunfo por el escaso margen de 2 puntos, la administración ha dado muestra de buena pericia para manejarse en un escenario adverso que pudo ser hostil, en minoría y sin la experiencia de haber gobernado en el pasado. La clausura de amenazas es condición necesaria para atacar el verdadero problema, la recuperación económica y el ataque a la pobreza.
