Señor director:
El Covid-19 nos infecta desde el aire o desde alguien cercano. Al no haber contacto directo es seguro que ha salido de la boca de alguien infectado, aunque no tenga síntomas. Hay que crear conciencia de que: "Yo uso el barbijo para no infectarte a ti, y tú debes usarlo para no infectarme a mí, y que una vez en el aire no son parables por el barbijo ni por ningún otro elemento. Son virus filtrables". Si todas las personas usamos barbijo, la circulación se podría cortar, pues no saldrían al aire gotitas de saliva con posibles virus. Se dedica poco esfuerzo para evitar que circule el virus; hay que revertir urgente esta actitud. ¡Está en juego nuestra vida! En los cafés, por ejemplo, cerrados o al aire libre, casi nadie lo tiene puesto; lo dejan sobre la mesa. Lo correcto sería que lo bajen para ingerir y lo vuelvan a subir.
Cuando hace unos años se decidió erradicar el humo del cigarrillo de los espacios púbicos cerrado; de los medios de transporte público y de los locales comerciales, se aplicó la ley antitabaco Nº 7.575 que establece la prohibición de fumar en esos lugares y multas a quienes la transgredan. Rápidamente se consiguió el objetivo. ¿Por qué no aplicar multas a los que no usen el barbijo, o lo usen mal, fuera de su domicilio?
