La juventud de hoy es distinta, tiene una percepción diferente de la vida. Ya no se dejan llevar por los estereotipos ni tampoco siguen un esquema, simplemente somos personas con grandes sueños.

Esta generación no tiene tantos prejuicios como las anteriores, la gran mayoría no juzgan por el color de piel, orientación sexual, género, nacionalidad, religión o clase social. Luchan cada día con pequeños o grandes actos para crear una sociedad mejor y más equitativa. Se preocupan también por el cambio climático, según la UNICEF son cada vez más jóvenes los que se suman a la causa ya que los que enfrentarán lo peor serán las generaciones futuras.

Si bien esta generación es de las más subestimadas, representan un cambio socio-cultural muy profundo, ya que son la oportunidad de solucionar las malas decisiones de las generaciones anteriores. Asimismo no tienen muy arraigados los valores tradicionales, como la formación de la familia, sino que se centran primero en el desarrollo intelectual de cada uno.

Nuestra actitud de vivir humanamente, supone no ser indiferentes, ser más persona que individuo, más ciudadano que habitante, estar atentos a todo lo que compartimos tanto en la casa como en nuestras actividades personales o grupales en la comunidad local, nacional o mundial. Es lo que nos requiere la vida en sociedad, no aislarnos en nosotros mismos y no perder la oportunidad de compartir la vida a través de un saludo, construyendo una vida simple, sencilla y mucho respeto, para que realmente nuestras horas, sean horas vividas.

Por otra parte los jóvenes no consumen ni se informan con los medios tradicionales, porque se notifican a través de las redes sociales. Estas herramientas de comunicación están muy presentes dado que se puede estar en contacto con cualquier persona, en cualquier parte del mundo sin fronteras, accediendo de esta manera a una fácil noticia. 

Hasta el momento se ha estado engrandeciendo a esta generación, pero hay un sector que no toma conciencia de la grave situación sanitaria que padecemos y brindamos mala imagen, debemos estar atentos en la vida para no lastimarnos con la indiferencia, para cuidarnos y cuidar a nuestros semejantes.

Por Antonela Blanes Olivera
Alumna secundaria de Ciencias Sociales