Señor director:

Fuimos a la fiesta de egresados. Todo muy bien. Pero la música, ¡de terror! ¡Monótona y la letra irrepetible! (ese que dice "con el c…para afuera”)…creo es cumbia.

Mis hijos, otra generación, no la mía, decían: ¡insoportable! (si fuese problema generacional, que algunos mayores atribuyen que todo lo del pasado fue mejor, otro sería el cantar; no es mi caso.

¿Me pueden sugerir qué hacer? ( por mi lado, no contrataría al que la puso, pues a pesar que se le sugirió un cambio, no lo hizo).

Como para reflexionar quiero manifestar que ustedes son jóvenes y pueden colaborar en mejorar este presente. Sobre gustos hay diversidad. Pero por respeto a las excelentes profesoras que tuvimos (nombro a Catuca, la señora de Poblete), que nos dieron nociones de melodía, armonía, los valores de la música, el sentido y fin de ella, no podemos desvirtuar y bajar a un nivel tal. 

En bien de mejorar la calidad de vida, este mensaje simplemente una reflexión en el mes de la música, pues la verdadera música es uno de los regalos más bellos que acompañan nuestra días.
Gracias a aquellos que reciben el don del cielo para crearla e interpretarla.

No la que nace de la mediocridad, ordinario y bajeza. Es una ofensa a la humanidad o prueba de una triste y pobre humanidad.