A veces me da la impresión que "andamos de contramano". Digo esto porque, las noticias de muchos países dicen que se promociona el uso de la bicicleta, por varios motivos. En primer lugar la salud, luego, para evitar la contaminación y por último, el ahorro que significa en pasajes de colectivo como en combustible.
En San Juan, desde principios del siglo XX, la bicicleta era usada de manera masiva por sus habitantes. No hay registros de cómo llegó a la provincia. Pero creció su uso hasta masificarse y convertirse en el medio de transporte más popular durante décadas.
La usaban personas de toda condición social, niños adolescentes y adultos. Era el regalo esperado por todos. Venían de diferente diseño y color. En cada casa solía haber varias bicicletas. Es decir que cada miembro de la familia llegaba a tener una. Sin embargo, con la aparición del ciclomotor, allá a principios de la década de 1990, le dio un golpe al mentón a la popular "bici". El bajo costo de mantenimiento de este nuevo medio de transporte, inclinó la balanza a su favor. Así y todo, la bicicleta se siguió usando en todos sus estilos, ya sean pisteras, todoterreno, playeras, etc.
Llegado el siglo XXI aparecieron las motos de 110 centímetros cúbicos. Eran más avanzadas que los ciclomotores y tenían más velocidad. Fue entonces que el éxito acompañó a estas motos, que la bicicleta sufrió un golpe de knock out. La bici fue dejada de lado de forma masiva. Sólo los deportistas o aquellos que tienen como hobby el mountain bike, la siguieron usando.
Y, bien entrado el nuevo siglo, las motos 110 cc le dieron paso a las 125, 150, 200 y más cilindradas. Quizás sea el momento de volver a las fuentes. La noble bicicleta nos espera.
