
Nos une la solidaridad pero, por sobre todas las cosas, el deseo de que no se pierda aquello que vivimos cuando éramos niños y tanta satisfacción nos producía. Esa ilusión de la infancia que cada 5 de enero renacía con la esperanza de que Melchor, Gaspar y Baltazar nos dejaran un juguete sobre esas zapatillas cansadas de tanto fútbol en la villa El Salvador o esas sandalias que habían corrido toda la tarde por la plaza departamental de Angaco.
Es por esto que conformamos el grupo solidario "Que todos seamos uno", integrado por antiguos y actuales vecinos de Angaco. Algunos todavía viven en el departamento, otros llegaron para esta ocasión desde otros puntos de la provincia o del país. Todos con el único objeto de que los chicos angaqueros tengan una noche de reyes especial.
No se trató de la primera vez, ya son varios los años que realizan esta iniciativa con el apoyo de mucha gente solidaria que se suma aportando gran cantidad de regalos que los Reyes del grupo se encargaron de llevar casa por casa o de distribuir en improvisados encuentros en el domicilio de algún vecino o en un espacio verde.
Este año, como en los anteriores, la tarea comenzó unos días antes de reyes con la recolección de juguetes nuevos y usados, porque a los que les hacía falta algún arreglito se los hacíamos y quedaban como nuevos. También recaudamos golosinas para armar unas bolsitas que fueron la delicia de los chicos. Recibimos aporte de distintos sectores de la comunidad y hasta de los ministerios de Salud Pública y Desarrollo Humano que se sumaron a la iniciativa al considerarla auténtica y motivadora.
Lo importante es que las calles de Angaco, esa noche, fueron una fiesta y que todos los niños estuvieron felices.
Por Ariel Aguilera
Grupo Solidario "Que todos seamos uno".
